Un café entre clase y clase

Por cuatro euros se puede elegir entre dos primeros y dos segundos, y tomar postre. No es el Ritz, claro. Es el precio del menú económico que el nuevo comedor universitario ofrece desde ayer a los estudiantes del campus de Ponferrada, que también disponen de una cafetería anexa donde tomarse un café entre clase y clase, y si se tercia, hacer bolillos sin tener que salir de los nuevos edificios de pizarra del complejo recién construido. Aunque el exterior de los edificios llama la atención por su diseño, la cafetería y el comedor que antienden nueve empleados de la firma de hostelería Naca Hostelbier tiene un diseño funcional, ante todo, sin concesiones decorativas. Y como en los hospitales, o en otros comedores universitarios, quien quiera consumir debe pasar antes por caja, aunque ayer ello diera pie a más de un maletendido y a que algún estudiante despistado, según pudo comprobar este periódico, se confundiera de taza por no haberse percatado de que debía pedir en la barra con el ticket en la mano. La cafetería quiere ser, antes que nada, un sitio barato. «Los precios nos los marcan los módulos que establece la Junta de Castilla y León», explicaba ayer Carlos Fernández, uno de los dos socios de la firma que ha logrado la concesión del servicio durante los próximos cuatro años. Fernández, alcalde pedáneo de la vecina localidad de Santo Tomás de las Ollas desde las últimas elecciones, y su socio Miguel Ángel Rodríguez, también han dispuesto de un menú de mayor calidad, al precio de 6,40 euros, y proyectan abrir en fines de semana para dar servicio a aquellos estudiantes que quieran utilizar las instalaciones para sus fiestas universitarias o comidas de empresa. Funciona de 7.30 a 22.00 horas.