| Crónica | Una promoción multitudinaria |
El tequila de los Quijano
El grupo leonés Café Quijano cruza el Manzanal para firmar discos de su última grabación, «¡Qué grande es esto del amor!» en el hipermercado Carrefour de Ponferrada
«Dame de esa boca lo que nadie me dio...», suena por los altavoces mientras los tres hermanos Quijano se ponen manos a la obra y comienzan a firmar discos de su última grabación ¡ Qué grande es esto del amor! , en el hipermercado de Carrefour de Ponferrada. Y tiene que ser Cristina, adolescente de 17 años, morena, delgada y ojos de niña todavía, la primera que se atreva a tomarse al pie de la letra la letra de la canción y le deje los morros bien plantados en los labios a su Quijano favorito; el extrovertido Raúl. El desparpajo de Cristina, que le ha regalado un hermoso gorila de peluche a su príncipe musical es la mejor anécdota de los primeros minutos de Café Quijano en un centro comercial donde dos centenares de fieles aguantaron ayer tarde con paciencia la media hora de retraso con la que el grupo se presentó desde el otro lado del Manzanal, en una tarde de lluvia. Niños, adolescentes, mujeres entradas en años, abuelos y fanáticas de lo que alguien ha llamado sonido Quijano como Cristina, aplauden tímidamente al ver al trío aparecer. Y cuando el periodista le pregunta su nombre, a Cristina, que se retira del escenario con el beso de Raúl en los labios, le sale el alma de fan y dice algo más. «También te doy mi número de teléfono para que se lo dés a Raúl», dice. Y el periodista, claro, le saca de dudas y le cuenta que uno está allí para tomar nota de otras cosas y que nada tiene que ver con los hermanos Quijano; Manuel, su adorado Raúl y Oscar, que han llegado a Ponferrada para promocionar una grabación dedicada «a todo lo bueno y lo malo del amor», y que cuenta con colaboraciones de Celine Dion (la voz de Titanic ) y del crápula de Joaquín Sabina. De la boca de los Quijano no salieron ayer demasiadas palabras para su público, al menos durante la primera media hora de afanosa firma de discos. Manuel, el hermano mayor y cantante del grupo, sí explica en un breve paréntesis para la prensa que en ocasiones se sienten casi como los toreros, de un lado para otro y sometidos a los vaivenes de la música, y que lo de la grandeza del amor «es en sentido irónico». Enseguida vuelve a sonar aquello tan pegadizo de «y tanto tequila...»