Diario de León

Veinticinco años de Constitución

Publicado por
JOSÉ ÁLVAREZ DE PAZ
León

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NUESTROS CLÁSICOS del derecho llamaron «concordia», palabra mágica que acaba de reunir en torno al botillo a los padres de nuestra Constitución, al instrumento jurídico que reflejaba lo acordado entre los contendientes. Es lamentable que el parque de la Concordia, de Ponferrada, esté olvidado y semiabandonado, cuando fué concebido como un homenaje a la Constitución, llamado a crecer en el corazón mismo de la ciudad, como un espacio,definido en aquella ocasión solemne por Celso López Gavela, «como necesario para el descanso de los ciudadanos y propicio para el mútuo conocimiento y aceptación , para el diálogo, para el cultivo de los valores del civismo, el respeto, la tolerancia y la concordia que dieron vida a la democracia y a la Constitución que hoy nos rije». No sería un mal homenaje a la Carta Magna, por parte del Ayuntamiento de Ponferrada, dedicarle un poco de atención y respeto al Parque de la Concordia , atravesado por la hermosa alameda como la que un dia soñara Salvador Allende. Nuestra Constitución se aparta de las «filosofías de la fuerza» que piensan que por naturaleza el más debil es también el peor,- hay un presidente de alguna Diputación vecina que piensa igual -, o enseñan, como Spinoza , que la fuerza de cada uno define la amplitud de sus derechos , y se aleja también de otros intentos no tan lejanos de identificar el derecho con el poder, para alinearse, por el contrario, con el pensamiento kantiano: «Nadie puede obligarme a ser feliz a su manera». La democracia, en efecto, incluye el reconocimiento teórico y práctico de la capacidad del ser humano para decidir por sí mismo. Esa es la dignidad, inherente a toda persona humana, sujeto de derechos inalienables, aunque sea «pecado» (Tomás de Aquino no estaría de acuerdo) o «terrorista» internado en Guantánamo; incluso en tales casos no se le puede tratar «velut bestia». Nuestra Carta Magna enlaza también con las más genuinas tradiciones del pueblo castellano-leonés, fueros, cortes generales, asambleas y concejos abiertos.. y es un reflejo de la voluntad del pueblo de desembarazarse de una vez por todas del lastre de las dos españas y los bandazos ultrajacobinos o cantonalistas, reconociendo que en política no hay enemigos, sino , en todo caso, adversarios respetuosos con la diversidad en el ser y el pensar. Estos valores se nutren en diversas fuentes del pensamiento humano y recogen la experiencia histórica de muchas civilizaciones.

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