Torre homenajea a Benito Viloria, el primer empresario minero del Bierzo

Torre Del Bierzo dedicó ayer una calle a Benito Viloria Albares, primer empresario minero del Bierzo y fundador del grupo Viloria Hermanos, una empresa familiar que se convirtió en el mayor grupo del sector en la cuenca superando los 1.200 obreros. El reconocimiento a Benito Viloria se acordó en pleno municipal considerándose el día de Santa Bárbara, patrona de la minería, el más idóneo para su celebración. La alcaldesa, María José Estrada Merayo calificaba de «merecidísimo» el homenaje que se le brindó «en esta etapa en que los políticos pedimos insistentemente por la continuidad del Plan del Carbón y el progreso justo de las zonas mineras es de obligado cumplimiento reconocer la labor que nuestros antepasados desarrollaron por nuestro Bierzo. No cabe duda que sin la labor de algunos de ellos la historia de nuestros pueblos habría sido diferente y quizá el calificativo que tanto orgullo nos produce aplicar a Torre del Bierzo de eminentemente minero no tendría razón de ser». Estrada destacó a Viloria Albares como «la persona que con su buen hacer contribuyó a la prosperidad y desarrollo del Bierzo». Benito Viloria nació en Torre del Bierzo en 1884. Fue el primer empresario minero del Bierzo. A su primera explotación, en la Granja de San Vicente le siguieron otras como La Rufina y José en Torre del Bierzo. Posteriormente se extendió hasta Igüeña con Quiqui y Casilda. Le siguió Mina Sarita, explotación que hoy acoge las prácticas del alumnado de la Mina Escuela, Fundación Santa Bárbara. Involucró en la empresa a su familia, enviando a su hijo Benito Vitoria al cargo de una distribuidora de carbón en Madrid e iniciando a su nieto, Manuel Lamelas Vitoria con una pequeña concesión denominada El Guaje. Nietos y biznietos del homenajeado acudieron a un emotivo acto celebrado en el salón de plenos y en el que actuó como portavoz familiar el propio Lamelas Viloria, actualmente al frente del grupo minero y presidente de la Cámara de Comercio de León. Lamelas Viloria presentó a su abuelo como «un destacado profesor de la minería»; «con él aprendí todo, me enseñó lo que era calicatear. Me llevó por el monte enseñándome por donde estaban las capas, los yacimientos, cual era el carbón bueno y el malo, denunciando concesiones¿», recordando al tiempo que las condiciones de vida en aquella época exigian un esfuerzo aún mayor «sin medios de ningún tipo, tuvo anecdotas como irse a vivir a Igüeña con tan solo algún comestible de supervivencia y vivir como un ermitaño en el monte». Tras el acto oficial, los asistentes se trasladaron hasta la calle denominada La Maquila que a partir de ahora pasa a ser la calle Benito Viloria Albares. La nieta del homenajeado, Sara Lamelas fue la encargada de descubrir la placa que deja constancia de su nueva denominación y de la que el Ayuntamiento regaló una réplica en miniatura a la familia.