El hospital oferta a todos los partos la epidural con un anestesista más

La máxima bíblica «Parirás con dolor» dejó de ser una regla con la aplicación de la anestesia epidural en los partos. Sin embargo, en el Hospital del Bierzo puede considerarse como una excepción; la epidural, no el dolor. El gerente del centro sanitario, Juan García, ha admitido una denuncia realizada por varias mujeres de la comarca. «Si das a luz por la noche, no tienes derecho a la epidural». Los datos son, cuanto menos, muy llamativos. En el año 2002 se pusieron 163 anestesias de este tipo, mientras que en lo que va de año 211 mujeres la han recibido para que el parto no se convierta en una experiencia aterradora. Es decir, en menos de un año la cifra se ha incrementado en un 29%. Un buen porcentaje si se vislumbra de manera aislada, y que se convierte en triste cuando se compara con el número total de partos que se han sucedido hasta esta misma semana: 740. Es decir, más del 60% de las mujeres no la recibieron. Y es que hasta hace escasamente un mes, el Hospital del Bierzo contaba sólo con dos anestesistas. Uno de ellos de guardia, esto es, en el Hospital. El contrato que tiene el otro especialista le exime de la responsabilidad de estar «físicamente» en el centro sanitario. Su compromiso contractual se reduce a estar localizado para las emergencias. Y este es el quid de la cuestión. Un parto no se considera una emergencia, con lo que se deja al albur del anestesista cuándo se requiere el uso de la epidural. Es decir, hasta el momento, la peor pesadilla de las premamás bercianas era ponerse de parto con la caída del sol. Contratación de dos médicos Juan García afirma, no obstante, que esta situación ha comenzado a cambiar. Así, el Sacyl ha contratado hace treinta días un anestesista con jornada de trabajo por la tarde y que tiene como principal cometido la epidural. Desde que este especialista ha comenzado a trabajar en el Hospital del Bierzo, se ha incrementado la aplicación de este tipo de anestesia en un 40%. Además, el gerente avanza que Sanidad prevé ampliar el servicio con una anestesista más en el 2004. «El próximo año estaremos en disposición de ofrecer la epidural a todas las mujeres que lo demanden», asegura. A pesar de que se trata de la única anestesia que permite una perfecta analgesia en todas las fases del parto, también tiene sus problemas, riesgos que las mujeres deben conocer. La paciente debe ser informada y consentir por escrito. Debe permanecer monitorizada, al igual que la dinámica uterina y la frecuencia cardiaca fetal. La epidural no se recomienda a pacientes con problemas en la zona de punción y de coagulación. Las complicaciones son escasas: se producen entre uno y un cinco por ciento de casos, y habitualmente, tienen fácil solución. La más frecuente es la hipotensión, que se corrige cambiando la postura de la paciente, administrando líquidos y a veces con efedrina. También puede provocar cefaleas, que se pasan en tres días. Los dolores de cabeza aparecen cuando accidentalmente, bien la aguja o bien el catéter, pinchan la duramadre, permitiendo la salida de pequeñas cantidades de líquido cefalorraquídeo. A veces es necesario colocar una sonda urinaria a la paciente hasta tres horas siguientes a la retirada de la perfusión epidural, hasta que la vejiga recupere su tono muscular normal. Las complicaciones graves o fatales, son excepcionales, e incluyen reacciones alérgicas, hematomas, infecciones o abscesos epidurales, convulsiones por administración del anestésico local intravenoso, etc.