Sólo parecía una buena cosecha

TRES asuntos han llamado especialmente mi atención y que me han hecho releer antiguas notas de prensa y noticias que se publicaron haya por septiembre. La primera de ellas es que todos sabíamos que lo de la «cosecha del siglo» era una verdad a medias. Efectivamente los índices de producción superaron en un 7% los de los años anteriores, según datos oficiales y que aparentemente la uva recogida era de calidad en función del alto grado de maduración, incluso las uvas que entraban en las cooperativas eran muy sanas. A estas alturas de temporada la realidad es otra, en cualquier bodega de nuestra comarca ha habido problemas con las fermentaciones, que no han acabado como es debido consumiendo del todo los azúcares o problemas con fermentaciones malolácticas. La realidad es que hay poco vino en las bodegas, al menos de la añada que nos ocupa, de las restantes ya sabemos todos que queda un poco por vender. ¿Cómo vamos a satisfacer con la creciente demanda de vinos con denominación de origen? Pues cada cual que saque sus conclusiones y que ate cabos. Puedo suponer que el consejo regulador como órgano de control y certificación estará al tanto de lo que ocurre y tomará las medidas adecuadas en cuanto a autenticidad de las variedades y posibles defectos originados por las características de la presente cosecha. No sé si estás posibles irregularidades las presentará el vino que está esperando en la bodega experimental o proyecto de bodega experimental del campus de nuestra universidad a una razonable baja temperatura. Qué saldrá de ese proyecto, no lo sabemos todavía, lo que por lo visto debe ser una verdad de Perogrullo es que la elaboración de vinos es una sapiencia que se hereda de padres a hijos, lo cual a mí no me queda tan claro, tampoco que se vaya a hacerse vino en la Universidad, ni que el saber elaborar vino se herede, más bien se contagia con el roce de muchas horas de vendimia, remontados, trasiegos y otras labores. También me ha llamado la atención la intención de las autoridades competentes de retomar el tema de la concentración parcelaria, me parece estupendo que se vuelva a intentar resolver este tema, sin concentración parcelaria no podemos hablar de una agricultura con futuro en el Bierzo, ya se ha intentado varias veces y aquí topamos con un problema de minifundio atroz, esto no es Castilla donde dividir y repartir tierras es fácil por la similitud y la calidad de las tierras es similar.