Parábola del agua
DIGAN LO QUE digan los textos clásicos de economía, el agua no es un bien libre, es un bien escaso , sometido al principio de la escasez que rige toda la vida humana. Mil millones de personas carecen de agua potable en un mundo donde la pelea por ese escaso elemento determinará la localización de más conflicos y guerras abiertas que el petróleo. La vida de los humanos primitivos, que se alimentaban prioritariamente depeces, estaba más ligada al agua que a la tierra donde hoy la sabana cede al desierto 200.000 km2 cada año, mientra la Unión Europea, no hablemos ya de EE.UU, máximo emisor de gases contaminantes, retrasa para el año 2012, yo diría « ad calendas graecas», el cumplimiento del protocolo de Kioto. A esa política le llaman «nuevos mecanismos de flexibilidad», que dan un respiro a España, que es el pais industrializado donde más aumentan las emisiones de gases causantes del efecto invernadero. En Ponferrada, algunos barrios amenazan con caceroladas ante el Ayuntamiento, porque el agua no sube hasta sus viviendas. Dice la concejala del área, que esto pasa porque la ciudad crece «de manera exponencial» y porque hay casas de más de cincuenta años. Los afectados de forma exponencial replican que porqué no sube el agua y el recibo del agua sí. Pienso yo que esto pasa porque... Había una vez un aguateniente que, teniendo la mejor agua delmundo, la compartía con sus convecinos, que le estaban agradecidos y pagaban sus buenos dineros , en justa reciprocidad. Pero otro más listo, que aspiraba a aguateniente, años antes de que se celebrara el año mundial del agua dulce, le compró el agua, con el truco de entregarle en mano la zanahoria del dinero que pensaba recaudar en varios años. Al cerrar el trato, el primero se comprometió de por vida, prácticamente, a correr con la reparación de las tinajas del agua, reconociendo por escrito que si había necesidad de arreglarlas o reponerlas, para eso tenía él dinero abundante y todo junto. Se comprometió también a que si el comprador no conservaba en condiciones la salubridad del agua, eso no rompia el trato, porque no se consideraba falta muy grave, aunque eso ya es harina de otro costal. A lo que vamos, que cuando las tinajas se resquebrajaron,derramámouse. Cuando algo no funciona, el vendedor había gastado aquel dinero en rotondas y bollos preñaos. Menos mal que una tia suya, al parecer rica y de Valladolid, se ofreció a correr con los gastos de las tinajas.