Protestan ante la sede de la Once para exigir una plaza para un niño ciego en un colegio especial
Está aprendiendo el lenguaje Braille para poder estudiar, pero todo el futuro que le ofrecen es ocupar una plaza en uno de los talleres de Asprona Bierzo para discapacitados mentales. Luis Gallego Rodríguez tiene 16 años de edad, nació ciego y con una leve parálisis cerebral que limita un tanto sus movimientos. Esta última circunstancia es la que ha llevado a los responsables de la Once en Castilla y León a negarle una plaza en el centro especializado que tiene en Madrid, según contaba ayer la madre del adolescente, María Jesús Rodríguez, durante la concentración de protesta que reunió a medio centenar de familiares y amigos ante la oficina de la organización benéfica en Ponferrada. Entre los manifestantes, que colocaron una pancarta en la fachada -«Mil millones de ilusiones, que la Once me dé una oportunidad de estudiar», se leía- se encontraban padres de alumnos y profesores de Luis en el colegio Bergidum para mostrar su indignación ante la decisión de la organización asistencial, que limita la futura educación del afectado. «Me dicen que no es autónomo, pero en casa no le hago nada al niño, él se desenvuelve sólo», se quejaba su madre.