Sólo restan quince vacas salvajes por capturar en La Cabrera Dominio de Tares consolida la exportación de sus vinos y aspira a abrir mercado en Japón y Suecia

Las vacas salvajes de La Cabrera tienen los días contados. En las últimas semanas se han capturado cuarenta y cinco reses, y buena parte de ellas fueron encontradas a través del novedoso sistema de búsqueda y encierro en rediles. En la actualidad, quedan solamente una quincena, pero debido a que están diseminadas en una zona de ocho mil metros cuadrados de matorral bajo y bosque de muy baja visibilidad, la búsqueda, el acecho y la captura se complica enormemente. Sin embargo, el hecho de que las labores de persecución las estén realizando miembros de una empresa especializada en este sector, supone una media de capturas de dos a tres reses diarias. «A esta velocidad, esperamos capturarlas todas en una semana» aseguró ayer el jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, Manuel Álvarez Giménez. Por otra parte Álvarez apuntó que «el principal problema de esta búsqueda es que las vacas salvajes de La Cabrera se encuentran en una zona montañosa muy amplia en la que es muy fácil esconderse, y además, como cada vez son menos, las probabilidades de toparse con una son también cada vez menores». El sistema de captura fue modificado hace aproximadamente diez días. Antes se seguía un método de «búsqueda y abatimiento», con el cual se eliminaban a los animales nada más verlos. Con este nuevo sistema «búsqueda, acorralamiento y captura», se obliga a las reses a desplazarse hasta unos rediles estratégicamente ubicados, donde son almacenadas hasta su desplazamiento al matadero, donde se procede a su sacrificio, pero no a una preparación posterior, ya que éstas no son aptas para el consumo humano. De este modo se evita el teidoso procedimiento de trasladar a las vacas muertas desde el lugar de su abatimiento, y se respeta mejor el medio natural. Viñedos y Bodegas Dominio de Tares de Bembibre consolida la exportación de sus mejores vinos y busca la apertura de nuevos mercados en Japón y Suecia. Su crianza Cepas Viejas, es su mejor carta de presentación en el extranjero según reconoció el consejero delegado de la bodega, Fermín Rodríguez. Dominio de Tares ha reforzado su presencia en un gran número de países, donde venden en torno al cincuenta por ciento de su producción anual, unas 125.000 botellas. Su reto es introducirse en Canadá, dónde ya han exportado un primer pedido de 1.300 botellas y aspiran a unas ventas de entre 15.000 y 20.000 botellas. Además, pretenden mejorar sus instalaciones y ampliar su producción pasando de 250.000 a 300.000 botellas.