Museo de la radio (II)

NOS HABÍAMOS quedado en la historia de la radio de los años 50, ahora le toca el turno a la de los 60, radio que ya apunta cierta apertura al mundo musical e informativo. Me estoy refiriendo al museo de la radio de Ponferrada, que os recomiendo que visitéis si aun no habéis tenido la ocasión o las ganas de visitarlo. Merece la pena acercarse a este museo porque nos ayuda a entender nuestra historia. Uno está obligado a conocer su historia, de lo contrario estamos perdidos en esta España que ya no sabemos si es país, nación, estado o piel de toro tendida al sol y bocabajo. La radio de los 60 es la de Constantino Romero, el Show de Tip y Top y El Gran Musical, a través del cual se conoció la música de los Beatles. También de Tico Medina, Alfredo Amestoy, y por supuesto de Matías Prats y sus domingos deportivos. El fútbol es como el opio de las masas, una religión cubista, futurista y moderna en la que tantos creen y por la que algunos llegan hasta matar. Qué barbaridad. Somos peores que las alimañas que habitan en los bosques sombríos de la sin razón. Masas que venden su alma al diablo futbolero, hoy aún más pernicioso que en tiempos en los que el fútbol era lo único que entretenía y consolaba. Dadle un poco de pan, vino y fútbol al pueblo, y veréis como se le mantiene bajo control. La de los 70 es como una prolongación de la anterior. Es la radio de los famosos 40 principales, que a uno nunca le entusiasmaron. Y la radio deportiva del maestro Matías Prats y de José María García, una radio que aspira a acercar los pueblos desconocidos de la geografía española al radioyente. Era Misión Rescate uno de aquellos programas a través de los cuales alumnos y profesores de escuelas rurales se convirtieron en protagonistas. "Protagonistas", como sabéis, es hoy el programa de Luis del Olmo, berciano singular y promotor de este Museo. Ya en los 80 pasamos a Radio 80 y programas como Hora 25 de Martín Ferrand, Hoy por hoy de Gabilondo, Encarna de noche y El loco de la colina de Quintero, aquel programa que nos hizo soñar, sobre todo por la sintonía de los míticos Pink Floyd y su Wish you were here. Lo que uno extraña en este museo es que no se dedique ningún espacio a Radio 3, la radio con la que crecimos. En realidad, siempre he escuchado esta radio. No olvido programas como Caminando sobre la luna o Rosa de Sanatorio, por citar sólo algunos. Por fortuna, en Radio 3 sigue habiendo programas como Diálogos 3, Músicas posibles y La ciudad invisible.