| Reportaje | Solidaridad |
Un verano lejos de la miseria
Los responsables de la ONG Cooperación Balcanes hacen un llamamiento a la población de la comarca para que acojan este verano a los niños víctimas de la guerra
Aurelio García lleva muchos años al frente de la delegación en el Bierzo de la ONG Cooperación Balcanes que ayuda a superar las secuelas que una guerra tan dura como la de Bosnia dejó en los niños que la sufrieron. Desde esta ONG se realizan numerosos proyectos de desarrollo y cooperación para intentar que los niños, hoy algunos adolescentes, superen el horror que les tocó vivir. Entre los varios proyectos que tienen entre manos, como ya es habitual en la época estival, esta programado que unos 50 niños de Sarajevo pasen sus vacaciones con familias de la comarca. Pero para que estos niños dejen atrás el horror de la guerra, aunque sólo sea por unos meses, algunas familias bercianas tienen que acogerlos en sus casas este verano. Tanto Aurelio como su esposa coinciden que la experiencia es muy grata, «Todos tenemos mucho que aprender de estos niños, sin duda es una experiencia que te marca mucho», explican. Y es que todos cuantos han probado esta experiencia solidaria no dudan en repetir. Son muchas las familias que han visto, verano tras verano, como crecían y se convertían en adolescentes los que habían acogido de niños. Experiencia recomendable La pareja recomienda especialmente a familias con hijos de edades similares a las de los niños que visitaran la comarca (10 años aproximadamente) que se animen con esta experiencia solidaria. «Los niños aprenden a compartir, a mirar el mundo con otros ojos. Es curioso, estos niños que vienen prácticamente con la maleta vacía no dan importancia a las posesiones materiales», sostiene Aurelio. Respecto a las condiciones en las que viven estos pequeños en su país, el secretario de la asociación destaca que sólo hacen una comida al día, que prácticamente no consumen lácteos, lo que les provoca unas carencias importantes de calcio, y que lo más normal es que acudan al colegio sin desayunar. Ésta malnutrición les está provocando numerosas enfermedades. Aurelio hace hincapié en que además de las carencias alimenticias estos niños «hijos de la guerra» tienen grandes secuelas psicológicas. «Sus familias están destrozadas. El padre, la madre o los dos han muerto en la guerra o sufren graves lesiones. Esta situación de desamparo y sufrimiento provoca en ellos problemas psicológicos», afirma el responsable en el Bierzo de la ONG. La iniciativa que pone en marcha esta organización es que estos niños que llevan toda su infancia viviendo entre el sufrimiento y el horror de una de las guerras más sangrientas y crueles quen ha vivido Europa en los últimos años, pasen un verano feliz y divertido como el resto de los niños que residen en el Bierzo. Muchos de ellos carecen de lo más urgente, por lo que agradecen de manera constante a sus padres de acogida cualquier muestra de cariño. Para poder acoger en casa a un niño procedente de Bosnia no hace falta ningún requisito específico. «Estas criaturas sólo necesitan cariño y atención», asegura Aurelio. La ONG Cooperación Balcanes confía en la solidaridad de las familias bercianas y ya está trabajando duro para que estos niños pasen un verano inolvidable.