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La Asociación de Profesionales Forestales ha recurrido el archivo del caso por el juzgado

La Audiencia decidirá si continúa la investigación del incendio de Arlanza

El juzgado y la Fiscalía entienden que no es indicio el interés empresarial por abrir una mina

Vecinos de Losada y trabajadores forestales, observan el avance de las llamas la noche del incendio

Ponferrada

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Después de sucesivos archivos en los juzgados de Ponferrada, será la Audiencia Provincial de León la que decida ahora si continúa la investigación judicial del incendio intencionado que asoló las inmediaciones de Arlanza (Bembibre) en septiembre del 2000 o cierra el caso por falta de pruebas que aclaren la autoría del fuego. La Asociación de Profesionales Forestales de Castilla y León (Profor-Forescal) está a la espera de que el máximo tribunal provincial resuelva el recurso planteado contra la decisión del juzgado número cuatro de Ponferrada de archivar las diligencias por entender que «no existen datos fácticos suficientes que permitan atribuir la comisión del delito a persona determinada alguna, a pesar de que sea públicamente conocido el interés de una empresa en realizar una explotación en el lugar», argumentaba el juez cuando el pasado verano declaró un nuevo sobreseimiento de la causa. Profor, que se ha personado como acusación popular, sí considera que el interés de la firma Antracitas de Arlanza, hoy integrada en el grupo Alonso, por abrir una mina a cielo abierto en los terrenos donde ardieron 210 hectáreas, es un indicio que puede ser considerado suficiente para mantener abiertas las diligencias. Profor argumenta que el interés por los terrenos se remonta a dos décadas y a anteriores propietarios, y recuerda que la Guardería Forestal ha acreditado que «en la misma zona se han producido varios incendios a lo largo de varios años consecutivos». La acusación popular también entiende que familiares de los anteriores propietarios mantuvieron «una actitud pasiva» durante los trabajos de extinción, cuando el fuego se acercó al pueblo, y argumenta que la existencia en el monte de pino de repoblación consorciado con la Junta de Castilla y León y el «valor ecológico relevante» que la administración otorgaba al paraje «suponían un escollo cuasi insalvable para autorizar el cielo abierto por las autoridades competentes». El fuego se había iniciado la tarde del 14 de septiembre del 2000, en varios focos prácticamente simultáneos, y aprovechando que la mayoría de los vecinos de Arlanza y Losada se encontraba disfrutando de las fiestas patronales de Bembibre. El fiscal no ve pruebas El archivo decretado por el juez, por el contrario, contó con el respaldo del Ministerio Fiscal, que consideró que durante las diligencias «no se ha acreditado que el incendio fuera provocado por responsables de esta empresa o personas ordenadas por estos».