Casar de Burbia, una nueva bodega

Casar de Burbia es el proyecto de Isidro Fernández, un joven empresario que, atraído por el mundo del vino, especialmente por la viticultura y las nuevos avances en analíticas enológicas, decide aventurarse en el mundillo del vino uniéndose al grupo de jóvenes enólogos defensores de la variedad Mencía. A pesar de la competencia existente en estos momentos en el sector y de manera más cercana entre las bodegas bercianas, Isidro ha conseguido estructurar su proyecto para que resulte a todos los niveles rentables aplicando los conocimientos teóricos y la experiencia adquirida durante años en el negocio hortofrutícola familiar. Casar de Burbia ha conservado el nombre de la explotación agrícola familiar que inició su actividad en el año 1972 en la fruticultura. Poco a poco, desde los años 80, se van adquiriendo antiguos viñedos en las laderas de orientación sur de Valtuille de Arriba. A diferencia de las corrientes actuales, en aquella época se buscaba mayor rendimiento por cepa, y el viñedo situado en zonas montañosas se encontraba un tanto olvidado y abandonado debido a los altos costes y la escasa producción de las cepas viejas. Durante un periodo de tres años se lleva a cabo una reestructuración del viñedo, las cepas de Jerez existentes son reinjertadas a la variedad Mencía y las parcelas más abandonadas se someten a una reconstrucción. Hoy en día las cepas se encuentran en plena producción. Además de la variedad Mencía, Isidro apuesta por otras variedades foráneas que en su opinión pueden aportar grandes cosas a los vinos. Por este motivo ha plantado varias hectáreas de Tinta de Toro, Syrah y Merlot entre otras variedades, que lejos de restar protagonismo a la variedad Mencía, enriquece y completa de alguna manera la calidad de los vinos. La preocupación esencial de este joven empresario son los cuidados del viñedo. Preocupado por conseguir gran concentración en las bayas, lleva a cabo podas meticulosas tanto en invierno como en los primeros brotes primaverales y reducciones de carga en época estival. Los vinos La bodega empieza como tal a hacer sus propias elaboraciones en el año 2002 con la colaboración en la elaboración del famoso enólogo «itinerante» Telmo Rodríguez. La producción de esta bodega está limitada a las 60.000 botellas anuales y se orienta exclusivamente a la elaboración de tintos envejecidos en barrica, en mayor o menor medida, teniendo en cuenta las añadas. Actualmente comercializan varias marcas: Casar de Burbia, semicrianza de seis meses y su vino estrella Hombros, que lleva el acertado nombre de su forma de elaboración. En la primavera, en los pagos más altos, a 900 metros de altitud, se prepara la cepa desechando la parte inferior de los racimos con el fin dejar las partes más soleadas. A esta parte se le llama hombros y es de donde se consigue la mayor concentración de taninos. Una vez terminada su vinificación reposará en barricas francesas durante nueve meses. En mayo del 2004 esta bodega pondrá a la venta un crianza de quince meses llamado Tebaida, que sigue la tendencia del mercado con una producción de tan sólo 600 botellas. Desde el primer momento la bodega ha dirigido sus objetivos a la comercialización exterior. Así, cuenta con dos mercados uno en Alemania y otro en EE.UU, aprovechando el interés que recientemente ha despertado la comarca para los consumidores norteamericanos. Actualmente su objetivo más inmediato es la creación de una red de ventas nacional y local.