Crisis árabe-israelí en el Bergidum
El actor Joaquín Kremel representa el viernes en el teatro ponferradino, Via Dolorosa, una obra del dramaturgo David Hare que aborda el conflicto entre judíos y palestinos
El popular actor Joaquín Kremel, abandonando el registro cómico que le ha hecho popular en la televisión y la escena, presenta el próximo viernes en el Bergidum ponferradino, Vía Dolorosa, un trabajo de gran responsabilidad en el que se aborda en conflicto árabe-israelí en toda su crudeza. Este trabajo, que se estrenó en su día con el propio autor como actor, llegará a las tablas del teatro Bergidum el viernes en una función que se iniciará a las 21,30 horas,y bajo ladirección de Juan Margallo. El dramaturgo inglés David Hare, nacido en 1947, lleva casi un cuarto de siglo dedicado al teatro, y en este tiempo ha escrito una treintena de obras, seis guiones para cine (entre ellos el de la premiada película Las horas), numerosos guiones para televisión y ha trabajado como editor y director. Está considerado un «clásico contemporáneo» de la escena anglosajona y en 1998 fue nombrado «Sir». En 1997, a propuesta de Stephen Daldry, por aquel entonces director del Royal Court Theatre, el dramaturgo viajó a Israel movido más por la curiosidad que por el convencimiento de encontrar allí material para escribir una obra de teatro. Sólo cuando fue descubriendo el país, sus gentes y el enfrentamiento de las piedras con las ideas, Hare comenzó a entrever una especie de memoria de un viaje que habría de ayudar al espectador occidental a intentar comprender lo que sucede en ese polvorín permanente. Así creó Vía Dolorosa , un Camino de la Cruz en el que las estaciones son Tel Aviv, Jaffa, los asentamientos de Sheri Tikva, Jerusalem, Gaza y Ramallah, un soliloquio escrito para ser representado únicamente por él mismo y que ha obtenido un gran éxito allá donde se ha mostrado. Sin tomar partido Nacho Artime, adaptador de otras obras de Hare como La brisa de la vida o de éxitos taquilleros como My fair lady , convenció al autor para que dejara que otro actor interpretara el texto, responsabilidad que ha adquirido Joaquín Kremel, quien hace hablar a los más de 40 personajes que intervienen, sin perder su propia voz. Porque Vía dolorosa es el resultado de numerosas conversaciones, sobre el terreno, con políticos y artistas, colonos e historiadores tanto en territorio israelí como en palestino, para trazar un recorrido no sólo por el paisaje, las ideologías y las emociones de la región, sino también por sus propios valores y creencias y las de los occidentales. El espectador asiste a un espectáculo en el que su autor, sin tomar partido por ninguno de los dos bandos, se limita a escuchar a todos y a transmitir a los demás lo que siente ante otras culturas y otras ideas.