Malestar en Noceda por las obras de la carretera Toreno-Pobladura

Las obras de remodelación de la carretera Toreno - Pobladura han generado protestas en la localidad de Noceda del Bierzo, cuyo casco urbano recorre. Diferencias de cota entre el vial y las fincas colindantes que impiden el acceso a varias propiedades particulares, la falta de seguridad en tramos que superan el metro de desnivel y la negativa a dar soluciones son los motivos principales de las reclamaciones. La carretera que une la localidad de Toreno con Pobladura de las Regueras está actualmente en fase de remodelación y, si bien inicialmente se planteó como un proyecto que sacaría el vial fuera del casco urbano, la obra definitiva mantiene el trazado interior, y es ese tramo el que ha generado conflictos con el vecindario. Como portavoz de los vecinos afectados Víctor Rodríguez aseguraba que «la principal queja son los problemas que genera la diferencia de cotas en la altura de la carretera. Hay varios vecinos a los que les afecta la altura de las aceras porque les impide acceder a sus propiedades». Rodríguez se refería a su caso concreto. «Hay unos veinte centímetros de escalón y no puedo entrar ni salir con el coche». Se trata de una finca cerrada y la creación de una rampa interior que salve el desnivel, además de hacerle perder terreno, le obliga a modificar la altura de los portones de cierre. El propietario propuso como solución que ese desnivel se reflejara en los más de dos metros de acera instalada frente a la entrada, pero asegura que su reclamación ha sido desoida por la Diputación y el Ayuntamiento. Aseguró que se le ha dicho que modificar su entrada obligaría a modificar la del resto de afectados «esto supone que admiten que las cosas están mal hechas». Las diferencias de nivel en otras fincas son más graves y generan riesgos para la población «En la finca de enfrente se ha aumentado inexplicablemente el nivel, colocando las aceras por encima de la valla de cierre original, quedando una altura aproximada de dos metros, con el agravante de que en el borde hay una presa de riego y no se ha puesto protección. Es el camino de acceso a las escuelas y cualquier niño, que pueden empujarse jugando, podría precipitarse a la presa». Al no ser atendidos sus escritos de protesta, Rodríguez ha iniciado movilizaciones personales, colocado pancartas de denuncia en la finca afectada, y espera se sumen el resto de propietarios.