El conato de fuga de un preso de un autobús disparó las alertas en el Bierzo Oeste

A las 11.30 de la mañana de ayer, la tranquila vida de los vecinos de Piedrafita se convirtió en una película de acción. Los caminantes fueron sustituidos por casi un centenar de guardias civiles que a pie, en coche y en helicóptero buscaban a un delincuente habitual que se dio a la fuga. En pleno centro urbano de la localidad y ante la mirada alucinada de una docena de testigos, un preso que era trasladado de A Coruña a Madrid se dio a la fuga y mantuvo en vilo a la Guardia Civil durante cerca de tres horas. Más propio de un film de los hermanos Marx que de una película de acción, el recluso aprovechó, según los testigos, que el autobús blindado de la Guardia Civil en el que era trasladado realizó una parada para repostar. En ese momento, el delincuente que, como es habitual, no viajaba esposado, se escabullió por el hueco de ventilación del vehículo, saltó desde unos tres metros de altura e inició una fuga a pie a través de los montes de la zona. Guardia Civil de Ponferrada Apenas unos minutos después, el Instituto Armado puso en marcha un dispositivo de búsqueda en el que participaron patrullas de Tráfico, del Seprona y de la Guardia Civil rural de los ayuntamientos de Piedrafita, Ponferrada, Becerreá, As Nogais, Baralla, Cervantes y Lugo. A pesar de la espectacularidad, el recluso no pudo ir muy lejos, ya que durante el salto para abandonar el bus se hirió en un pie. Finalmente fue detenido en la parroquia de San Pedro, a escasos metros de Piedrafita.