La inscripción funciona desde enero de 1995 y en todos los casos se trata de heterosexuales
Ponferrada sólo ha registrado a 181 parejas de hecho en una década
En el resto del Bierzo, sólo Fabero cuenta con un registro similar desde hace dos años
Una pareja cruza el puente de Molinaseca, en una imagen de archivo
Dos testigos, una copia del DNI, certificado de empadronamiento, una declaración que descarte la consanguinidad y el convenio regulador de la separación matrimonial, si la hubiera, o una declaración de emancipación si fuera el casco, son todos los requisitos que deben cumplir quienes quieran inscribirse en el registro de parejas de hecho del Ayuntamiento de Ponferrada. El registro, sin embargo, apenas cuenta con 181 parejas inscritas en una década de funcionamiento. Y todas heterosexuales. Y es que la utilidad de inscribir una relación en un registro municipal creado en enero de 1995 sigue siendo dudosa para la mayoría de las parejas que han decidido evitar la vicaría o el juzgado y residen en Ponferrada. «A efectos de cualquier convocatoria de subvenciones municipales tienen los mismos derechos, lo contrario sería anticonstitucional. Sólo tienen que demostrar que están conviviendo», explica el concejal de Bienestar Social, Reiner Cortés. Apuntarse en un Registro de Uniones no Matrimoniales, al menos en lugares pequeños, sigue siendo objeto de curiosidad, cuando no de murmuración, y pocos dan el paso. En Fabero, el único municipio berciano al margen de Ponferrada que mantiene abierta la inscripción desde marzo de 2002, tan sólo hay ocho parejas apuntadas, informa Manuel Enríquez. Ni en Villafranca ni en Cacabelos, el Ayuntamiento cuenta con registros similares, aunque la corporación cacabelense se planteó la iniciativa durante el anterior mandato sin llegar a fructificar. En Carracedelo, la idea «se está tramitando», según explican fuentes municipales. Y en Bembibre, segundo municipio con más población del Bierzo, tampoco se habían planteado hasta ahora la inscripción, aunque el equipo de gobierno sotampoco descarta poner en marcha el registro en este mandato. Llama la atención en el caso de Ponferrada, que ser admitido en el Registro de Uniones no Matrimoniales pueda en un momento dado ser más díficil que casarse. Y es que una de las condiciones fijadas por el Ayuntamiento excluye cualquier vínculo directo de consanguinidad o parentesco hasta el tercer grado. La Iglesia, al menos, siempre deja abierta la puerta de la dispensa papal para los primos.