Fabero lucha contra el Alzheimer
El municipio pondrá en marcha el próximo 17 de marzo un proyecto de autoayuda comunitaria para la atención de enfermos de Alzheimer y sus familiares
El Alzheimer a pesar de afectar a más de un centenar de personas en el Bierzo se ha convertido en una de las demencias más desconocidas entre los ciudadanos. «Todavía queda mucho por hacer. No obstante, nosotros queremos aportar nuestro pequeño grano de arena con la puesta en marcha de un programa rural de autoayuda comunitaria para la atención de personas con Alzheimer y sus familiares», concretó Ángeles Canedo, trabajadora social del centro de día de enfermos de Alzheimer. Esta enfermedad desconcierta tanto a quienes la padecen como a sus familiares debido a diversos factores entre los que destacan la dificultad que existe para diagnosticarla con precisión o la falta de información en determinados aspectos como el cuidado de los enfermos. «Desde que una persona comienza a desarrollar la enfermedad hasta que sus familiares lo descubren pueden pasar tranquilamente un par de años porque al principio los pacientes ignoran de que se trata y una vez que se dan cuenta tratan de ocultarlo» matizó Inés Dalisandrina, trabajadora social. El proyecto de autoayuda comunitaria para la atención de personas con Alzheimer y sus familiares en zonas rurales se va a poner en marcha, a través de una subvención de la Junta de Castilla y León, con el fin de tratar de informar así como de sensibilizar a la población mediante la puesta en marcha de diversos talleres. Cacabelos, acogió el pasado año esta iniciativa, convirtiéndose en el municipio berciano pionero en este ámbito. En esta ocasión le toca el turno al Ayuntamiento de Fabero. El proyecto que no comenzará su andadura hasta el próximo 17 de marzo ya ha dado sus primeros pasos. A lo largo del mes de febrero se realizaron diversas charlas informativas en los cinco pueblos que integran el municipio. El programa permite trabajar de manera simultánea pero independiente con las personas que padecen la demencia y sus familiares. «En una sala enseñamos a los cuidadores a trabajar con el enfermo. Dependiendo de la fase de la enfermedad en la que éste se encuentre se le asignan una serie de cuidados u otros, mientras tanto en otra trabajamos con el lenguaje o la estimulación del paciente», continuó. Estos talleres no sólo se dirigen a las personas vinculadas con el Alzheimer sino a la población en general ya que otro de los objetivos del programa es la formación de voluntarios para la puesta en marcha de una unidad de respiro. «Nos gustaría crear una especie de unidad de respiro en Cacabelos a la que acudieran las personas con Alzheimer durante dos o tres horas diarias y que ésta estuviera atendida por voluntarios. Y si la iniciativa tiene éxito hacerla extensible a otros pueblos», añadió Canedo.