El campus activa un sistema para aumentar la producción del viñedo

La Escuela de Ingeniería Agraria del Campus de Ponferrada ha puesto en práctica un Sistema de Información Geográfica (SIG) para observar la evolución del viñedo berciano y mejorar su gestión. Este método de información trata de dar una visión más completa del sector vitícola a través de diversos niveles de información, en el que se toma como referencia la propia viña, su localización, el tipo de variedad plantada y el terreno, lo que determinará la calidad del producto final. Con la implantación del SIG se pretende conseguir mejoras en la producción y en la calidad de la uva. Existen algunos antecedentes del SIG como la empresa americana Deaver Vineyards que valoró numerosos parámetros junto con imágenes de alta resolución, lo que permitió trabajar de forma más rentable el viñedo, tanto en esta empresa como otras empresas vitícolas con proyectos similares han desarrollado mapas de alta resolución que permiten conocer con más exactitud el estado de grandes superficies de viñedo. Los profesores del Campus de Ponferrada, José Ramón Rodríguez, María Flor Álvarez y Ana R. Cazón han aplicado el SIG en los viñedos de la empresa agroalimentaria Prada A Tope de Canedo, en la en su mayoría se han llevado a cabo desde la década de los ochenta nuevas plantaciones de viñedo en espaldera, están orientados hacia el sur y a una altitud de seiscientos metros para aprovechar mejor las horas de sol. La metodología de trabajo aplicada por este grupo de investigadores estaba dirigida al diseño de un mapa a partir de datos gráficos y alfanuméricos del medio físico, es decir, tipo de suelo, pendiente y orientación de la plantación, y del material vegetal, la propia viña y las variedades plantadas en ellas. Para observar la evolución de cada variedad en algunas fincas se pesaron y midieron los sarmientos entre otros parámetros, y se llegó a la conclusión de una mayor producción de racimos de la variedad Godello frente a la variedad Mencía. Tras el análisis de todos los datos recogidos se llegó a saber porqué en una misma viña las variedades climáticas influían en la calidad de la uva o porque una zona era más susceptible de enfermedades debido a sus variables de terreno, temperatura y humedad. Las conclusiones del trabajo muestran las aptitudes generales de una zona para la elaboración de vinos. El proyecto SIG está pensado para que las empresas obtengan la mayor rentabilidad posible de sus trabajos de viticultura sobre todo cuando cuentan con extensiones de viñedo bien definidas, como el caso de Prada a Tope, en la que este estudio ha permitido fortalecer sus trabajos para la elaboración de vinos ecológicos de calidad, que en breve estarán a la venta. Este grupo de investigadores tiene previsto desarrollar nuevos proyectos con otras empresas vinícolas de la zona que cuentan con plantaciones de diferentes tipos de variedades.