Consternación y dolor en Villadepalos

Villadepalos es un pueblo pequeño y la noticia de la muerte de Ángel Macías corrió rápidamente como un reguero de pólvora. «Aquí nos conocemos todos y las desgracias pronto se saben», comentaba ayer una vecina que, al igual que todos sus paisanos, lamentaba profundamente el desgraciado accidente que costó la vida a Ángel. «La verdad es que estamos todos hechos una pena. Hemos recibido un palo que no sabemos todavía donde estamos», comentaba ayer un tío de la víctima, Carlos Rodríguez Macías, minutos antes de partir hacia Oviedo donde ha quedado instalada la capilla ardiente. Los padres, ya se marcharon a la capital asturiana el pasado miércoles, nada más conocer el trágico suceso. La teniente alcalde de Carracedelo, Amparo Vidal, ofreció ayer toda la ayuda del Ayuntamiento a los familiares y reconoció que el fallecido seguía muy vinculado a Villadepalos pues aprovechaba muchos permisos de fin de semana para venir de visita y también intentaba estar presente siempre en las fiestas patronales. «Suena tópico decirlo, pero era una excelente persona. Todos le conocíamos porque fuimos juntos a la escuela», aseguró. Ángel Macías residía desde hace año y medio en Oviedo, donde estaba destinado. Anteriormente estuvo en Madrid, Valencia de Don Juan.