Emotiva despedida en Villadepalos al guardia civil muerto en Asturias

La iglesia parroquial de Villadepalos se quedó ayer pequeña para acoger a las decenas de personas que quisieron ofrecer su último adiós a Ángel Macías, el joven guardia civil de 32 años que falleció el pasado domingo en Asturias en un accidente de helicóptero junto con otros tres compañeros. El desgraciado suceso se produjo cuando el aparato impactó contra un cable de alta tensión y cayó al suelo envuelto en llamas. Al sepelio asistieron entre otros, el subdelegado del Gobierno, Víctor Núñez, y el alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce, que estuvieron acompañados a la entrada de la iglesia por un numeroso grupo de mandos de la Benemérita. Con gesto emocionado, Núñez reconoció ayer que cuando el pasado miércoles tuvo conocimiento del mortal accidente ocurrido en los montes asturianos de Santo Tirso de Abres tuvo una premonición que, fatalmente, se confirmó poco después. «Pensé para mí que alguno de los guardias civiles que iba en el helicóptero era de León y desgraciadamente no me equivoqué», manifestó. El subdelegado del Gobierno indicó que su presencia en Villadepalos tenía un objetivo claro: «Estoy aquí en reconocimiento al Cuerpo y a uno de sus agentes que falleció en el cumplimiento de su deber». El féretro con los restos mortales de Ángel Macías llegaba poco después de las cinco de la tarde a la iglesia de Villadepalos en medio de un impresionante silencio. Venía escoltado por cuatro coches fúnebres llenos de coronas de flores enviadas por el alcalde de Oviedo, el Ayuntamiento de Carracedelo, familiares, vecinos, amigos y compañeros de unidad. El ataúd era transportado por seis sargentos y fue recibido por medio centenar de mandos y efectivos de la Guardia Civil que flanqueban la entrada a la iglesia. Allí se encontraban el general jefe de zona, un general de brigada, varios tenientes coroneles, coroneles, comandantes y mandos intermedios. «Estoy aquí en reconocimiento al Cuerpo y a uno de sus agentes» VÍCTOR NÚÑEZ Subdelegado del Gobierno