El Ayuntamiento ofrecerá una sede en el Toralín al colectivo antisida

El Ayuntamiento de Ponferrada ofrecerá uno de los 20 locales que proyecta acondicionar en los bajos del estadio de fútbol del Toralín para que sirva de sede estable a la asociación anti sida Caracol. La cesión a Caracol, un colectivo que por tercera vez ha visto frustrados sus intentos de disponer de un espacio propio debido al rechazo vecinal que genera su presencia, no se produciría antes de un año, según las estimaciones del concejal de Acción Social, Reiner Cortés, y la asociación ya se ha resignado a permanecer en su sede actual de la calle General Vives y afrontar el juicio por desahucio que promueve la comunidad de vecinos del inmueble. Cortés se entrevistó ayer con responsables de la asociación de apoyo a personas con Vih, un día después de que las presiones vecinales en el barrio de San Ignacio, donde se han llegado a recoger un millar de firmas en contra de la ubicación de Caracol, hicieran cambiar de opinión al propietario que estaba dispuesto a arrendar un local al colectivo para que lo compartiera provisionalmente con la Asociación de Minusválidos del Bierzo. La entrevista sirvió para que Caracol acordara contactar con los movimientos y agentes sociales y los distintos partidos políticos para iniciar una campaña de información sobre la problemática del Vih y la labor de apoyo a los enfermos que desempeña en el único grupo anti sida que funciona en el Bierzo. Tanto Cortés como el grupo Caracol han llegado a la conclusión de que la desinformación sobre las actividades de la asociación, además del prejuicio que todavía despiertan los enfermos de sida, a los que se relaciona con las drogas, están detrás del rechazo vecinal. «El problema del Vih no es el mismo que el problema de la drogadicción», insistía ayer el portavoz de Caracol, Juan Manuel Rego. El responsable del colectivo aseguró incluso que «existen personas con Vih que se drogan, en tratamiento en el CAD (Centro de Atención a Drogodependientes del Consejo del Bierzo) y en Proyecto Hombre, y que respetan tanto nuestro trabajo que no quieren venir por aquí para no crearnos problemas». Rego denunció la hipocresía social que considera drogadicto «sólo al que está en la calle» y no al cocainómano, al traficante o al alcohólico. «El problema de las drogas tampoco se entiende», lamentó, antes de mostrar su decepción por la discriminación social que están sufriendo. «Ni Dios quiere tener cerca de su casa alguien que sea diferente». «El problema que se plantea con el VIH no es el mismo problema que el de la drogadicción» JUAN MANUEL REGO Portavoz de la asociación Caracol «Estamos viendo que nadie quiere tener cerca de su casa a alguien que sea diferente» JUAN MANUEL REGO Portavoz de la asociación Caracol