El grupo antisida Caracol agradece el respaldo institucional en su busca de sede

La Asociación Caracol, que se encarga en la comarca de prestar apoyo a los familiares y también a los enfermos de sida, terció ayer un tanto en la polémica de raíz política que se ha entablado tras el último revés recibido en la búsqueda de una sede estable en Ponferrada. Los responsables de Caracol eludieron a través de un comunicado valorar qué institución o colectivo está contribuyendo más o menos a solucionar sus problemas y los de sus asociados. Sin embargo, frente al rechazo suscitado en determinados colectivos ciudadanos, la organización de lucha contra el sida sí resaltó su agradecimiento generalizado «a todas aquellas instituciones, partidos, sindicatos, organizaciones sociales o personas que realizan tremendos esfuerzos en apoyarnos». En cambio rechazaron convertirse en «jueces» para valorar quienes, dice Caracol, «son los que más nos apoyan». Aunque sí recomiendan a quienes hasta ahora les han respaldado que no se dividan. Sin buscar beneficios «La fuerza de los que nos apoyan», enfatizan los responsables del colectivo, «ha de residir en la honradez de sus planteamientos sin buscar ningún tipo de beneficios». Caracol, por último, sigue lamentando la actitud de intolerancia que como en el caso del barrio de San Ignacio les ha impedido disponer de una sede digna para desarrollar su trabajo de asistencia social en un campo tan delicado.