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El galardón reconoce la labor humanitaria de los frailes de la villa y de Segovia en Castilla y León

La Cruz Blanca de Villafranca recibe el premio a los Valores Humanos 2003

Los franciscanos villafranquinos atienden en la actualidad a más de 37 ancianos

Publicado por
Paula Díaz ponferradaep | ponferrada
Ponferrada

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Los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca de Villafranca del Bierzo fueron galardonados ayer con el Premio Castilla y León de los Valores Humanos 2003. Un premio a su labor altruista y solidaria que compartirán con los hermanos de su congregación de Segovia y con el que se pretende reconocer el trabajo de las dos casas ubicadas en la región en favor de los excluidos sociales y de forma especial, enfermos mentales, ancianos, desvalidos, transeúntes y desamparados. El jurado de este galardón, último fallado de las ocho categorías de los Premios Castilla y León, estuvo compuesto por Mariano de la Cruz, presidente de Cermi (Premio Castilla y León 2002 de los Valores Humanos), Fernando Carrasco, presidente de la Asociación Cáritas Regional y presidente del jurado, Rufo Sanz Senovilla, secretario de la Federación de Banco de Alimentos de la región, Rosario Martín, presidenta de la Plataforma del Voluntariado de Segovia, la abogada Eva Martín, el gerente de Servicios Sociales de Salamanca, Alberto Prado Santos y José Castrillo, director de la Cadena Ser en Castilla y León. Precisamente, destacaron en su fallo que «con su ejemplo, fomentan los valores de la solidaridad, igualdad, integración social, entrega y compromiso, facilitando la atención integral de los más desfavorecidos» y calificaron la labor de estos frailes como «un ejemplo y modelo» para la sociedad. Su labor en la villa del Burbia Los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, presentes en la región en Villafranca del Bierzo y en Segovia, atienden habitualmente a unas cien personas fijas, además de los desvalidos que puedan pasar por sus centro asistenciales, más conocidos como «casas». Precisamente, en el Hogar Valcarce Alfayate, como se llama la casa de la villa del Burbia, dirigida por el hermano Pedro Sánchez, viven residentes, en su mayoría ancianos, aunque también se acogen a desvalidos, mientras que la casa de Segovia se centra fundamentalmente en la atención a niños deficientes. Este premio, según destacó el hermano Pedro Sánchez, tras conocer su concesión, es «una gran alegría», aunque «nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer e, incluso, todavía es poco». En este sentido, para el franciscano «ayudar a los demás es la obligación de cualquier ser humano y más tratándose de un religioso». Los Hermanos de la Cruz Blanca, que recientemente han cumplido sus 25 años de estancia en Villafranca, pertenecen canónicamente a la orden franciscana y fueron fundados en Tánger en el año 1975 por el hermano Isidoro Lezcano, con la misión de atender a los enfermos incurables, discapacitados físicos y psíquicos y a los grupos más necesitados de la sociedad, prestando una especial atención a las personas mayores. Desde su nacimiento, esta congregación ha llevado a cabo su labor humanitaria principalmente en Cataluña, Aragón, Andalucía, Extremadura y Canarias, aunque también tienen casas funcionando en el extranjero.