El equipo de gobierno espera resolverlas en dos meses para aprobar el PGOU en julio
El nuevo plan urbanístico de Bembibre recibe más de 500 alegaciones
El alcalde recuerda que lo impulsó el PP y que las normas actuales hubieran valido
Los dos últimos días de plazo triplicaron el número de alegaciones presentadas contra el Plan General de Urbanismo (PGOU) superando las 500. Urbanizaciones residenciales que permiten alternar alturas, la alineación de fachadas y la perdida innecesaria del carácter urbano de algunas zonas son las quejas generales planteadas en unas alegaciones que esperan estén resueltas en un par de meses. El PGOU de Bembibre no ha recibido el número de alegaciones esperado tanto por el equipo de gobierno como por los redactores que esperaban alrededor de las dos mil manifestaciones de desacuerdo. El avance del PGOU se había presentado en febrero de 2003 y el actual equipo de gobierno no se responsabiliza de su elaboración. «Presentaba un Bembibre irreal con previsiones de futuro para 100.000 habitantes a medio plazo. Creemos que la situación real tenía suficiente con las normas subsidiarias aprobadas hace 10 años y las pertinentes modificaciones puntuales», aseguró ayer el alcalde, Jesús Esteban. Sin embargo, el equipo de gobierno se decidió por la aprobación provisional del plan, por motivos económicos. «Ya se habían gastado 72.000 de los 90.000 euros que costaba su elaboración y no era lógico pagarlos por nada». Además se añade la prevista modificación que la Junta de Castilla y León aprobó para los planes urbanísticos, que en adelante deberán contar con un estudio de impacto medioambiental y estudio arqueológico, «lo que incrementaría el coste en 36.000 euros más», afirmó Esteban. Pedanías y zona urbana Entre las alegaciones presentadas en las pedanías destaca la protesta por no permitirse el retranqueo de las líneas de edificación, una actuación que posibilitaría aprovechar mejor el terreno edificable, así como la utilización abusiva de unidades de actuación, planteamiento este que obliga a los diferentes propietarios a una posible reparcelación de las fincas para poder edificar. En lo referido al casco urbano de Bembibre se destaca las protestas por las pérdidas del carácter urbanístico que ya contaban determinadas zonas. «La zona comprendida entre la calle río Sil y el Boeza, ya asentada como zona residencial con un elevado número de viviendas unifamiliares construidas pierde innecesariamente este carácter". En el mismo caso se encontrarían zonas como la Dehesa, espacio protegido que contempla zonas edificables o la Chana, zona reconocida como área de servicios que se considera zona protegida. Un caso especial se plantea para la Calera, entre San Román y Bembibre que combina líneas de edificaciones de planta y tres alturas con líneas de chalets. Aprobación en julio El equipo de gobierno socialista de Jesús Esteban espera que las más de 500 alegaciones sean resueltas en un plazo aproximado de dos meses y poder proceder a la aprobación inicial del PGOU el próximo mes de julio.