Los bercianistas creen que el municipio reúne mejores condiciones que Cacabelos o Villafranca
El PB introduce a Camponaraya en la puja por la sede del Museo del Vino CC.OO. critica al jefe del comité que llamó «manguelo» a un obrero de FCC
El concejal José Luis Corullón presentará una moción para que el alcalde inicie las gestiones
Camponaraya puede plantearse muy pronto como la tercera alternativa en la puja que mantienen Cacabelos y Villafranca por convertirse en sedes del Museo del Vino, un proyecto que supondrá una inversión de dos millones de euros y para el que no existe una ubicación definitiva. Esa es la pretensión del Partido del Bierzo (PB), que ejerce la oposición en el Ayuntamiento de Camponaraya. El concejal bercianista José Luis Corullón anunció ayer que presentará una moción para procurar que desde el gobierno municipal que encabeza el socialista Antonio Canedo se procure el emplazamiento de la muestra en la localidad. La iniciativa de Corullón surge después de las últimas declaraciones del presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, Carlos Méndez Laredo, en el sentido de que el entorno del Castro de la Ventosa -a medio camino entre Cacabelos y Villafranca- podría ser el más idóneo para el Museo del Vino. Suelo e infraestructuras Los bercianistas discrepan, y consideran que el marco histórico y patrimonial de Castro Ventosa no encaja con un proyecto semejante. En opinión de Corullón, Camponaraya «cuenta con los elementos y las condiciones, tan aceptables y legítimas como Cacabelos y Villafranca, para albergar dicho museo». Y aludió, por ejemplo, al hecho de que el origen de la cooperativa vinícola más antigua de la comarca se encuentre en municipio. También expone que el Ayuntamiento cuenta con los terrenos y las infraestructuras adecuadas para la materialización de la obra. «Sólo haría falta», dijo el edil del PB, «el empeño y el compromiso político de las fuerzas municipales de Camponaraya». Con esta meta es con la que se anuncia la presentación de una moción en tal sentido. El sindicato Comisiones Obreras acusó ayer al presidente del comité de empresa de FCC, Jesús Gómez, del sindicato OSA, de mantener actitudes más propias del franquismo que de la vigente democrática. Así replicaron los delegados de CC.OO., Francisco Javier del Río y Román Tomás, a las últimas declaraciones de Gómez atribuyendo al trabajador que ha sido despedido por la concesionaria de la limpieza en Ponferrada los calificativos de «manguelo y vago». «Da la sensación de retroceder veintisiete años en el tiempo, cuando exitía una ley de bagos y maleantes afortunadamente derogada con la muerte del caudillo», comentaron los representantes de Comisiones al hilo de las declaraciones del presidente del comité de empresa. En opinión de los dos citados delegado, el presidente del comité tampoco dice la verdad cuando para eludir la defensa del trabajador despedido se refiere a un anterior despido, que aseguran nunco se produjo. Y reprochan igualmente a Jesús Goméz que se haya arrogado la representación de toda la plantilla de trabajadores de la limpieza y recogida de basuras en la ciudad. A decir de los delegados de CC.OO., en una reciente asamblea la mayoría de los empleados decidieron «apoyar al compeñero despedido, y el presidente del comité se comprometió a acatar la decisión de los trabajadores». Por esta razón no entienden que el presidente del comité de empresa ahora no respete la decisión de desarrollar movilizaciones. Aunque lo que más le censuran al representante de OSA es que haya «descalificado a un compañero de muchos años, que todos conocemos», y que haya salido «en defensa de las decisiones adoptadas por la empresa».