Fabero precinta máquinas en la GranCorta por las deudas de Victorino

El Ayuntamiento de Fabero y el grupo Victorino Alonso han entrado definitivamente en el cuerpo a cuerpo tras la guerra soterrada entre la institución y la empresa por la explotación de la Gran Corta a cielo abierto de carbón. El alcalde ordenó el miércoles precintar tres máquinas que trabajaban en una ampliación de la Gran Corta que no está autorizada. De este modo, el gobierno del socialista Demetrio Alfonso Canedo contestaba de algún modo al impago del canon de 18.000 euros mensuales que la empresa adeuda al consistorio desde hace año y medio. Pero el industrial carbonero, que persigue no sólo la ampliación de las explotaciones actuales sino de otros montes comunales, no se ha quedado precisamente parado frente a la decisión municipal. 22 trabajadores a casa Ayer la compañía comunicó a más de una veintena de trabajadores, la mayoría de Fabero y su contorno, que pueden quedarse en sus casas, puesto que ha iniciado un expediente de regulación de empleo al no contar con tajo suficiente en el cielo abierto. La deuda del canon por la explotación de la Gran Corta ha generado no sólo tensión en la tesorería del Ayuntamiento, también notables críticas de la oposición a la gestión poco contundente de Demetrio Alfonso a la hora de hacer valar los derechos económicos del pueblo. Desde finales del pasado año, y con una deuda que puede alcanzar los 200.000 euros, el grupo Alonso está explotando los yacimientos a cielo abierto del municipio de Fabero sin ningún acuerdo conjunto.