Sumilleres y restaurantes

INTERESANTE SEMANA la que ha finalizado, presentaciones de vinos y varias ferias la de León, Riberexpo, muchos y agradables encuentros para reflexionar y comparar. En cuanto a las ferias, todavía me queda la esperanza de que algún día contemos en la provincia, ya no digo en El Bierzo, con una feria para profesionales similar a la de Peñafiel, que sirva como punto de encuentro entre bodegas y profesionales del sector. Interesante la presentación de las nuevas añadas de una bodega berciana, en un conocido centro comercial de León, allí tuve la oportunidad de conversar animadamente con uno de los miembros de la Asociación de Sumilleres de León sobre varias cuestiones que me rondaban la cabeza desde hacia tiempo y a las que no lograba dar respuesta. Siempre me pregunté por qué, siendo El Bierzo una zona eminentemente vitivinícola y abanderados de la Mencía, no tuviese una liga de sumilleres, cuando éstos, colegiados o no, con formación o sin ella, nacen, crecen y se reproducen rápidamente aprovechando el buen «caldo» de cultivo, en este caso tinto. La verdad es que siempre he tenido mis recelos a cerca de la grey de la sumillería, en general individuos que creen poseer más conocimientos de viñedo y vino que los propios enólogos y bodegueros, capaces de aleccionar y aconsejar a todo aquel con el que conversan. No tengo nada en contra de aquellos que hacen su oficio como encargados de la bodega de los restaurantes, me parece una buena labor, pero cielos, cuidado con aquel que tiene su propio aula de cata, grupo o cofradía de adeptos, o el que se dedica a la distribución de vinos, peor aquel que inundado por la magia del vino se permite el lujo de deleitarnos con sus comentarios poéticos sobre los aromas en revistas especializadas. Afortunadamente, éstos van desapareciendo y toman la alternativa sumilleres jóvenes, menos pagados de sí mismos. Me alegré de que los sumilleres de León tengan iniciativas de formación y promoción de la cultura del vino, por ejemplo el curso de cata y conocimientos enológicos que se está llevando a cabo conjuntamente con la Cámara me parece una buena iniciativa para aquellos que quieran ampliar conocimientos, quizá el próximo año podremos contar en Ponferrada con una iniciativa similar. Ahora que tenemos sumilleres en Ponferrada, podemos estar más tranquilos, porque la bodega de los restaurantes estará en buenas manos, los vinos se servirán a su temperatura justa, decantados y en copas apropiadas.