Marejada en una caracola

CUENTAN que cuando pegas mucho el oído a una caracola puedes escuchar el murmullo del mar. Las escaleras del Edificio Minero, que conducen a la sede del Consejo del Bierzo, también tienen forma de caracola. Por eso tal vez, aún sin esfuerzo, eres capaz de percibir el rugido de la marejada que desde hace mucho tiempo azota las costas de la institución: -«Que no, que yo con esos no voy». -«¡Que sí, que vamos todos al Museo!» -«Que no, que con esos yo no voy a tomar nada de nada». El oleaje de la conversación anónima procedía de la tercera planta y descendió airada por la caracola hasta las puertas del periódico. ¿Sería un grupo de consejeros socialistas huyendo de un grupo de populares? ¿Serían representantes del PP abominando de representantes del PSOE? ¿O acaso un sector del PSOE haciendo ascos al contacto con los reinsertados Susistas ? Luego escuché que a esa hora en la sede del Consejo concluía la reunión de grupo del PSOE con su presidente a la cabeza. ¡Cómo para creer en un mar en calma!