El obispo de Astorga inauguró ayer, junto a más de 400 personas, la composición de Goiri
Un monumento recuerda en Melide a los peregrinos bercianos muertos en 1999
300 kilos de acero de Roldán rinden tributo a los cuatro fallecidos en la N-VI, en Guitiriz
Alrededor de 400 feligreses de la diócesis de Astorga se desplazaron ayer a la localidad Melide (La Coruña) para participar en un homenaje en memoria de los cuatro bercianos que perdieron la vida en un accidente de tráfico ocurrido en la N-VI, en Guitiriz (Lugo), en el curso de la peregrinación jacobea que hace cinco años organizó la delegación eclesiástica con motivo del Año Santo. El obispo de Astorga, Camilo Lorenzo Iglesias, ofició la liturgia del acto que se celebró en el bautizado como Bosque de los Peregrinos, enclavado en el tramo del Camino Francés que discurre por el municipio coruñés. En este lugar se levantó un monumento de 300 kilos de peso que, en recuerdo de los cuatro peregrinos fallecidos, dibuja cuatro bordones abrazados a una cruz sobre una base también en forma cruzada y de acero inoxidable. Una placa adherida a la pieza, diseñada por Rafael Goiri para la factoría ponferradina Aceros Roldán, perpetúa la identidad de los muertos en el siniestro: Enrique López Fernández y Libertad Ramón Fernández, vecinos de Trascastro; y Carmen Navarro Rodríguez y Natividad Alonso Díez, de Vega de Espinareda. El obispo de Astorga ve en la originalidad del monumento el mejor garante para mantener siempre vivo el recuerdo de estas personas. Camilo Lorenzo Iglesias destacó que «el ingenio y capacidad creativa» del autor como cualidades impresas en una obra «para que fuera algo que llamase la atención en el sentido de que los que pasen por el Camino no vean solamente una cruz, sino que vean algo que invita a acercarse y decir qué pasó aquí; y recordar, por lo tanto, a estos hermanos». Completaron el séquito eclesiástico del obispo de Astorga, el vicario general del obispado, Marcos Lobato Martínez, y el delegado de peregrinaciones y rector de La Encina, Antolín de Cela, que estuvieron acompañados por el párroco de la parroquia melidense de Furelos, Javier Carballo García. Varios miembros del equipo de gobierno de Melide, encabezados por la regidora Ángeles Vázquez, asistieron al acto, que culminó con la entrega recíproca de obsequios. Posteriormente, la expedición leonesa se desplazó a Santiago de Compostela, en donde se reunieron con los más de un millar de personas que también participaron en la peregrinación convocada por la diócesis de Astorga.