Prada potencia su oferta de vinos de alta calidad y afronta proyectos de I+D Cacerías ilegales II

La firma Prada A Tope es una de las referencias de la agroalimentación de la comarca en el ámbito nacional desde hace tiempo. Pero el empresario cacabelense José Luis Prada pretende reforzar aún más la imagen y la gama de sus productos de calidad en el mercado fundamentalmente español. Con este propósito, una vez que el proyecto del Palacio de Canedo parece casi concluido, y que ya están a punto los últimos productos de su bodega, Prada presentará el próximo día 15 en Canedo la que se contempla como una nueva etapa en la evolución de la empresa. El industrial, que ha culminado una importantísima inversión, no renuncia «al mantenimiento de la artesanía, autenticidad y filosofía de siempre». Pero es conciente al mismo tiempo de la necesidad de un «giro progresivo», dice, «en nuestra oferta, marcado por una sociedad en constante cambio y evolución». La nueva era del negocio de la firma se asienta sobre los tres primeros vinos con certificación ecológica que el día 15 presentará el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León, Gregorio Antolín, pero también sobre los criterios de calidad a ultranza, que se refrenderá en el mismo acto con la entrega a la empresa de la certificación internacional Une-en-Iso 9001:00. El primer gran reserva Bierzo Aunque tal vez, la presentación más llamativa será la que tenga como protagonista al Prada a Topre Gran Reserva 1997. El primer gran reserva que se elabora en el Bierzo, y que contará con una pregonera de excepción, una de las principales autoridades en el mundo del vino y de la gastronomía del país, María Isabel Mijares. Aemás, como colofón, la Universidad de León esbozará las líneas maestas del nuevo proyecto selección de levaduras autóctonas para la elaboración de vinos, que se está desarollando con la empresa agroalimentaria berciana.