Sanidad garantiza la potabilidad del suministro en Congosto Las instituciones firman hoy el convenio para salvar Cornatel de la ruina Nuevas viviendas para salvar la escuela de Narayola

El jefe del Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Santiago Travieso, garantizó ayer la potabilidad del suministro de agua de todas las captaciones del Bierzo, incluída la de Congosto. Travieso echó así un capote al alcalde, el popular José Antonio Velasco, que en los últimos días ha visto como el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Bonifacio Fernández, denunciaba que la captación de agua está demasiado cerca del alcantarillado de Almázcara y podría verse afectada por los productos químicos de tratamientos fitosanitarios en las fincas próximas. «El agua es totalmente potable», afirmó después de comprobar los resultados de los análisis efectuados en la última semana. «Visualmente, el agua de la muestra es totalmente clara y químicamente está sin gérmenes ni bacterías, con el PH correcto», explicó. Travieso insistió en que los análisis se realizan mensualmente en la captación, en el depósito en algunos domicilios particulares, y siempre con resultados óptimos. «La captación de Congosto es a través de un pozo, y no sé porque hablan de una charca. El agua es potable y siempre lo ha sido», aseguró después de alabar la rigurosidad del Ayuntamiento en el control de la salubridad del suministro. Travieso explicó que los análisis del abastecimiento de agua en los municipios se realizan una vez al mes, excepto en las localidades del Camino de Santiago, que son quincenales. La firma del esperado convenio para financiar la restauración del castillo de Cornatel podrá hoy colofón a años de denuncias sobre el estado ruinoso de una de las fortalezas más legendarias del Bierzo. Será a mediodía, y después de una visita a los restos del castillo, cuando el vicepresidente de la Fundación del Patrimonio Histórico, el también director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sainz, el presidente de la Diputación de León, Javier García Prieto, y el alcalde de Priaranza, José Manuel Blanco, estampen su firma en un documento que permitirá iniciar las obras en el monumento. Los representantes de las tres instituciones tendrán ocasión de contemplar en el castillo los últimos hallazgos que el estudio arqueológico previo a la restauración ha sacado a la luz. La Fundación del Patrimonio Histórico, integrada por las cajas de ahorros de la comunidad y por la propia Junta, aportará la mayor parte del presupuesto de las obras (en principio se hablaba de 720.000 euros), con una participación destacada de la Diputación y más simbólica del Ayuntamiento. Visita a Peñalba El director general de Patrimonio también tiene previsto visitar durante la tarde las obras de restauración de la iglesia mozárabe de Peñalba de Santiago. La Fundación del Patrimonio Histórico invertirá 2,4 millones de euros en las dos actuaciones. El alcalde de Camponaraya, el socialista Antonio Canedo, tal vez no sea un gran jugador de billar pero está a punto de lograr una brillante carambola a tres bandas. Y lo va a hacer impulsando la segunda fase de construcción de viviendas sociales en Narayola. Su idea es edificar entre doce y catorce nuevos inmuebles en una parcela de unos 4.000 metros cuadrados situada en la zona del Camino de Fabero. En las próximas semanas espera cerrar un acuerdo con la junta vecinal -propietaria del suelo- para conseguir la cesión de los terrenos y otro con la Junta para que los nuevos inmuebles se beneficien de la protección oficial. Con todo ello, matará tres pájaros de un tiro. Por una parte, atraerá a nuevas parejas jóvenes a Narayola, evitará que la pequeña escuela con sólo quince alumnos corra el peligro de cerrar sus puertas para siempre y por último satisfacerá la gran demanda de nueva vivienda que existe actualmente en esta población. «Ahora mismo -reconoció Canedo con evidente satisfacción- tenemos encima de la mesa un total de 22 solicitudes». En cualquier caso, lo que más satisface al regidor de Camponaraya es alejar a la escuela de Narayola de la amenaza de cierre que planeó sobre su tejado hasta no hace mucho tiempo. En la primera promoción de viviendas de protección se levantaron 16 pisos que llevaron quince alumnos a las dos aulas del centro. Ahora, se espera incrementar aún más esta cifra.