Corpus reivindicativo en Fabero en apoyo a los mineros de la Gran Corta

La celebración de la misa y la tradiconal procesión del Corpus centraron un año más los actos festivos del domigo de Corpus en Fabero. Este año a esta condición hay que añadirle el tono revindicativo utilizado en el sermón por el párroco de la villa, Máximo Álvarez, que en todo momento tuvo muy presente los problemas que últimamente han surgido entre la empresa Unión Minera del Norte (Uminsa) y el Ayuntamiento de Fabero, aunque en todo momento evitó dar nombres. En su alocución, seguida por decenas de personas, Máximo Alvarez resaltó que la Eucaristía engrandece al trabajador y a la tierra, y por ello el trabajador no puede ser moneda de cambio ni un instrumento al servicio de determinados intereses. Y generalizando se preguntó: ¿Acaso no se está utilizando entre nosotros a algunos trabajadores como coartada para defender determinadas aspiraciones de afán desmesurado de enriquecimiento fácil? ¿Acaso no se están utiliando entre nosotros artimañas poco éticas y depredadoras para legitimar la destrucción de la naturaleza?». Y contra esta forma de actuar hizo un llamamiento a los faberenses a salir a la calle y defender los intereses del municipio. «La fiesta del Corpus, el homenaje a la Eucaristía que sale solemnemente a nuestras calles, deben prolongarse en el respeto a los trabajadores y a la ecología. El pueblo que sale a la calle a honrar al Cuerpo de Cristo, debe también salir a la calle cuando sea preciso, para defender la dignidad del propio pueblo», manifestó. Con este tono revindicativo Fabero cerró ayer las fiestas en honor al Corpus que se celebraron en esa villa desde el pasado viernes y que tuvieron en las actividadees deportivas y culturales su mejor exponente con fútbol femenino, baloncresto, gimnasia rítmica y exhibición de taekwondo. La orquesta La Oca cerró estos festejos amenizando la verbena de ayer.