La apertura de la nueva traída deja sin agua a la zona alta y las piscinas

La entrada en funcionamiento de la nueva traída de agua desde los depósitos de San Lorenzo dejó ayer sin servicio y por una horas a buena parte de los vecinos de la parte alta de Ponferrada y de las localidades vecinas como Campo y Otero. La necesidad de conectar las nuevas tuberías con las canalizaciones ya instaladas obligó a cortar el abastecimiento ya de madrugada, para sorpresa de los usuarios, que no había recibido ningún aviso. El alcalde, Carlos López Riesco, se apresuró ayer a pedir disculpas a los vecinos, porque, aseguró, estaba previsto alertarles del corte y por «un error de comunicación», la empresa concesionaria del abastecimiento olvidó anunciarlo. «El corte no se ha debido a ninguna avería. Estamos ante una obra terminada es inevitable, pero he de pedir disculpas porque estaba establecido un preaviso y no se ha hecho», afirmó. Riesco ya se ha quejado a la propia concesionaria. «Les he dicho que estas cosas no pueden volver a suceder bajo ningún concepto», declaró. El servicio recuperó la normalidad paulatinamente y a primera hora de la tarde, el Ayuntamiento informó de que el abastecimiento se había restablecido. Quienes sufrieron por más tiempo las consecuencias de las obras de la nueva traída fueron los usuarios de las piscinas climatizadas que mantienen abiertas en la parte alta el Ayuntamiento y la Universidad de León. Los técnicos se vieron obligados a vaciar los vasos para cumplir la normativa que obliga a la constante renovación del agua, pero la entrada de aire en los conductos retrasó la reapertura de las instalaciones hasta bien entrada la tarde. «Había aire en todas las tuberías y hemos estado purgándolas», afirmó el concejal responsable de las instalaciones, Emilio Villanueva, dando por solucionado el problema en torno a las 18 horas.