El pimiento asado se doctora

Pocas veces el resultado práctico de una tesis doctoral ofrece tantos frutos. El profesor de Ingeniería Agraria Marcos Guerra Sánchez, sometió ayer al escrutinio de un tribunal académico en el campus de Ponferrada su trabajo sobre el pimiento asado del Bierzo, que abarca desde la selección, la transformación y la calidad organoléptica, y lo hizo sabiendo que su estudio ha contribuido a la obtención de la Indicación Geográfica Protegida. El mérito de la tesis de Guerra no es baladí y entre sus conclusiones destaca la mejora de la selección de las variedades del pimiento gracias a su trabajo de campo y lo que los expertos llaman precocidad, o maduración temprana del fruto, que aumenta el rendimiento de los cultivos porque reduce el tiempo de exposición a las heladas. Desde el propio tribunal, uno de los vocales destacó el «punto de inflexión» que el sector del pimiento asado y todo lo que le rodea ha experimentado en dos años, con la obtención primero de la IGP a la que aspiran otros cultivadores de Castilla y León, y la lectura de una tesis doctoral. Quienes examinaron la tesis de Guerra, señalaron incluso su carácter «atípico», porque al abarcar todo el proceso desde la selección de los cultivos a la transformación, podría haber servido para redactar tres trabajos en lugar de uno. Uno de los pocos peros que le pusieron a Guerra es que la amplitud de su tesis no permitiera profundizar más en alguno de los aspectos, o que no abordara los costes de cada una de las alternativas productivas, algo que hubiera ampliado aún más el contenido del trabajo. El profesor Guerra, en cualquier caso, se llevó la felicitación unánime del tribunal, que le pidió que se pronunciara sobre el método de asado más adecuado para los transformadores. Guerra no lo dudó y dejó claro que el horno rotatorio industrial ofrece mejores resultados que el asado tradicional sobre plancha, fuera de la industria.