El rascacielos de Ponferrada, el más alto de Castilla y León, estará listo en el 2007

La Torre de La Rosaleda, el rascacielos más alto de Castilla y León, comenzará a construirse a finales de año y estará concluido en el 2007. Estos fueron los plazos que ayer se difundieron en el Salón Inmobiliario de Madrid con motivo de la presentación del proyecto de por parte del grupo asturiano Mall. El edificio contará con 28 plantas y una alturna de cien metros. En su parte residencial acogerá una promoción de 106 viviendas de entre dos y cinco dormitorios, que se comercializarán a partir de 132.000 euros. En el área no residencia se incluye espacio para oficinas y locales comerciales, así como una superficie de 6.000 metros cuadrados para la apertura de un hotel con 120 plazas, así como un restaurante, un gran mirador y dotaciones de ocio como un spa y piscina climatizada. El alcalde de Ponferrada, Carlos López Riesco, y el locutor Luis del Olmo, que ha adquirido ya 200 metros en la última planta de la torre para sus emisoras, tuvieron un lugar protagonista en la presentación del diseño. Hotel diferenciado Los arquitectos autores del mismo, Alejando Río Román y Rogelio Jiménez Andújar, explicaron que la torre dispondrá de las últimas innovaciones tecnológicas. «Constituirá un hito en la silueta de Ponferrada», comentaron los dos expertos. «No sólo por su altura, sino también por su modernidad. La torre podría ser un tapón por el lugar que ocupa en el ensanche, pero gracial a que el hotel se constiruye en un edificio diferenciado esto nos ha permitido convertir, en el exterior, un espacio privado en un lugar abierto, que ha generará una plaza, y que permtirá el paso de los viandantes al parque próximo sin tener que dar un rodeo», significaron en clave urbanística. Un «árbol» de 42 millones El grupo Mall invertirá en la Torre de La Rosaleda más de 42 millones de euros. Los arquitectos señalaron que su diseño se inspira en el símil de un árbol «con las últimas innovaciones tecnológicas». «Hemos utilizado tableros de madera fenólica, resinas inalterables al tiempo, con un ensamblaje muy original: no hay ventanas y las contraventanas se abren desde el suelo hasta el techo», se explayaron los autores de la iniciativa.