Vivan los bohemios

ENTREGADITOS nos tienen los Checos durante este Europeo futbolístico hasta para los que no nos apasiona esto del balompié. A la hora de rematar este semanal articulito no sé si alcanzarán la gran final y además me da lo mismo. Porque lo más importante de este equipo, anónimo hasta hace bien poco, radica en su espíritu. En ese gusto por el divirtámonos y disfrutemos jugando a este deporte sin pensar en el resultado. Locos para unos, estoicos para otros, algunos que se llaman entendidos dicen que tácticamente no se debe jugar así. Que no resulta lógico. Pues claro, gracias a Dios todavía existen tipos como ellos, gentes de ese país que popularizaron el término bohemia. Pues eso, que viva los bohemios, como actitud de vida, en busca de su felicidad y alegría. Ya sea en el fútbol o en cualquier otro trasunto. Porque hasta los huevos estamos, y más con estos calores, de reglas prestablecidas, de correcciones y mariconadas varias. Bohemios conocemos todos, y no me refiero a la despectiva y mala utilización del término sino a todo lo contrario. Aquí, en Ponferrada yo conozco a varios y a toros muchos que podrían llegar a serlo. Aprovechando la coyuntura, que hoy se gradúa la primera promoción de la Escuela de Cine del Bierzo, y que muchos nos vamos quizás para no volver, aquí los menciono, así a vuela pluma. Porque muchos sueñan con ser bohemios pero pocos lo consiguen. Los Vitellonni y los de El Entrego y adoptados (Ricky , por ejemplo), no cabe duda y ahí han estado tres años entregados a esa actitud. Porque en teoría hace falta ser muy iluso para querer dedicarse a esto del séptimo arte, pero en la práctica y después de conocer a muchos que harían esto como si estudiaran fisioterapia, magisterio o papiroflexia, no me cabe duda los verdaderos bohemios que he conocido en la Escuela de Cine son estos. Ayer se pusieron las prácticas fin de curso, no todas injusta y desgraciadamente -por cierto, exigimos pública proyección de todas para las gentes de la zona en muy breve, por favor-, y en ellas se desprende quien bohemiza en su trabajo, contada la profesionalidad del mundo, aún con sus errores y sus fallos y quien prefiere acojonarse y aparentar por factura lo que no arriesgó ni se tiró sin red, con resultados tan fallidos como los mayores desastres bohemios pero jamás con sus logros. Y bueno, que por fin sale una promoción de cineastas en Ponferrada. Habrá quien llegue y quien no, pero pase lo que pase, yo me quedaré siempre con los bohemios.