Caín mató a Abel en el PP
ESCRIBIR de dos amigos se hace doblemente doloroso. Más si cabe, si es para evidenciar un enfrentamiento conocido por todo el mundo. José María López Benito y Fátima López Placer. Yiyo y Fátima. Los «superlópez» del Partido Popular de la provincia de León. Ambos, en sus respectivas zonas, trabajaron duro en la prehistoria de la centroderecha de Alianza Popular. Con acné en sus frentes, ilusión y mucha imaginación ante la falta de recursos, contribuyeron a hacer de las Nuevas Generaciones el semillero de dirigentes que el PP ha dado tiempo después. Yiyo y Fátima nunca se han llevado bien, pero ambos, como otras personas que por pudor no voy a citar aquí, tenían un objetivo común: hacer triunfar a su partido.Los años han pasado. Los adolescentes se han hecho mayores. De las ideas se ha pasado a los hechos. La selección ha sido dura. Los más maquiavelos de la «quinta» han llegado al sillón oficial. No os conozco. Rodeados de aduladores, de intereses privados adyacentes, de otros personajillos disfrazados de autoridades y cargos públicos vivís en una vorágine que han terminado con vuestra esencia. Estáis contribuyendo a destruir todo por lo que durante más de dos décadas habéis trabajado duro. Fátima va a perder este último combate porque desde Valladolid ya se ha firmado sentencia. Y en el PP siempre se han decidido las cosas de arriba a abajo, lo sabéis. Que Yiyo y Fátima nunca se llevaron bien, pero cada uno tenía su territorio. López Benito al apoyar a los que desde Valladolid llaman «los ismaelos», se ha casado con éstos, con Morano y compañía, en otro tiempo el voraz enemigo de su mentor Amilivia. Algo contranatura visto en perspectiva, y algo normal visto desde la coyuntura política. Que los cargos locales afines a la presidenta comarcal sufren presiones está demostrado. Lo que está en juego aquí es quién domina el cortijo del PP del Bierzo. Antes Escuredo y el resto lo explotó durante años. Ahora todo apunta a que va a efectuarse un cambio de «señoritos». El acercamiento de Eduardo Fernández, José Antonio Velasco a León y Valladolid dando definitivamente la espalda a L. Placer deja bien claro que el round esta vez es para L. Benito. ¿Volverá a recuperarse con la misma fuerza como la mostrada en la elección de diputados provinciales el bando contrario? Lo triste es que no hablamos de programa, de ideas, sino de intereses y clanes que utilizan a dos hermanos políticos como puntas de lanza. ¿Quién es Caín y quién Abel?.