OPINIÓN
El monstruo de Frankenstein
EL DOCTOR Frankenstein en su afán de descubrir el origen de la vida de poder crearla y creyéndose Dios creó un ser a base de despojos humanos . Al principio era sumiso, lo creyó su hijo, el hijo de su imaginación y de su trabajo, el hijo de «Dios». Después, quizás por el rechazo de los múltiples órganos apelmazados, unidos sin sentido ese ser, sin razón ni sentido humano, enloqueció y se volvió contra su padre quitando a este la vida. Aplicado lo anterior al supuesto del hecho que nos ocupa, como diría un jurista chapado a la antigua, es decir, aplicada la fábula anterior al nuestro (o mejor, vuestro) Consejo Comarcal podemos decir que creado el monstruo, en aquellos tiempos, por el entonces presidente de la impuesta autonomía Castellana y Leonesa pensado, ese padre, que su hijo le iba a reportar múltiples satisfacciones (votos), que su hijo sería «buen chico», sumiso y no respondón, este, por avatares del destino cayó en manos de otras personas denominadas socialistas que le crearon malos hábitos: pedigüeño, gastador, trasnochador y pendenciero. Si el monstruo lo manejo yo le daré todos los caprichos, dijo el padre. Míii tesoooro. Si lo manejan los sociatas ni agua del ebro, ni nada. Sólo olvido. Juguete roto antes de nacer que sirve de campo de batallas políticas, pero políticas aldeanas, rastreras, de puñalada en el costado. De moneda de cambio para alcanzar otras metas. Esto no es política, es otra cosa que no alcanzo a definir. Quizá la vileza humana en su más pura expresión y consentida por los observadores tontos y atónitos entre los que me cuento. Hago una afirmación que mantengo y mantendré aquí ahora y donde fuere: Casi nadie cree en el Consejo. Me refiero a la gente, al pueblo. Tengan valor para hacer una encuesta seria y representativa y verán la realidad. El ciudadano está harto de que sobre su cabeza y sobre sus intereses existan tantas administraciones públicas que soporta, costea y que en muchos casos nada le resuelven. Piensen en un ciudadano de cualquier localidad de este Bierzo y explíquele que sobre su boina penden las siguientes Administraciones: Junta Vecinal (donde la hubiere), Ayuntamiento, Mancomunidad de Municipios, Consejo Comarcal, Diputación, Gobierno autonómico (creo que con 21.000 funcionarios y laborales), Gobierno Central y ahora, Europa. Teniendo además, en cuenta, que tanto Diputación como La Junta tienen sendas subsedes o delegaciones abiertas en Ponferrada, con el correspondiente gasto que ello también comporta. Sueldos, sueldos y más sueldos y competencias duplicadas a veces, o sin competencias y todo ello para tener una bandera propia (puedes ver Ayuntamientos donde en su fachada ya no cabe una bandera más). Nacionalismos postizos, regionalismos de moda en un mundo sin fronteras. Para gestionar mis intereses no necesito el Consejo. Su asignación en sueldos, retribuciones y gastos corrientes que se apliquen a hacer cada año una obra en cualquier pueblo del Bierzo o aplicarlo a una ONG. Cuidado con decir que esto es demagogia (es costumbre de que cuando algo molesta se tacha de demagogia). Sus parcas y regaladas competencias que las asuman las Mancomunidades, la Diputación, etc. que para eso están y que también tienen sus gastos de personal funcionario, laboral y político. No podemos estar a expensas de quien gobierne la Junta de esta nuestra Comunidad para esperar un regalo para el monstruito y cuando cambie su signo político quitárselo y que este, por ello, se enfade. Mejor matar el monstruo ahora. Si crecen, son peores.