| Reportaje | Los orígenes de una comarca |
Cuando el Bierzo estaba en la Antártida
Hace quinientos millones de años, la tierra que hoy pisamos reposaba en el limo de un océano olvidado cercano a las costas del sur del antiguo macrocontinente Pangea
El hallazgo de fósiles invertebrados en las cimas de los montes bercianos a lo largo de los últimos años, sumado al estudio de la deriva de los continentes ha esclarecido por fin, qué es lo que era y donde estaba ubicada la comarca del Bierzo. Era parte del fondo de un mar paleozoico poco profundo y estaba ubicado en una latitud muy cercana al Polo Sur, cerca del gran continente Pangea, donde se agrupaban todas las tierras emergidas. Allí vivían criaturas muy parecidas a los moluscos que pueblan todos los mares en la actualidad: trilobites, braquiópodos y carpoideos, siendo estos últimos los primeros que tuvieron una primitiva columna vertebral. Cuando estos animales morían, sus cuerpos eran enterrados en los sedimentos marinos, dejando una huella para la eternidad. Millones de años más tarde, un equipo del Centro Superior de Investigaciones Científicas, dirigido por el profesor Juan Carlos Gutiérrez Marco hizo público el descubrimiento de estos fósiles en La Aquiana, en la Sierra del Courel y en otros puntos de la geografía berciana. De este modo, se ha podido determinar cómo era el hábitat de estas criaturas, cual era su dieta o qué tipo de vida llevaban. La historia del Bierzo continuó escribiéndose en aquellos tiempos con la salida a la superficie del fondo marino y el desplazamiento hacia latitudes más cercanas a la actuales. La corona montañosa que rodean la comarca surgió en la Era Primaria (entre 570 y 390 millones de años atrás). Son en éstas montañas donde se encontraban los fósiles más antiguos. Encima de los materiales primarios se han ido depositando otros a lo largo de las dos siguientes eras, sobre todo en en la cuenca central de la comarca. También se amontonaron los sedimentos carboníferos, que serían de vital importancia en épocas futuras. Pero la actual morfología llegó en la nueva era, el periodo cuaternario, con la creación de las terrazas fluviales y la hidrografía que hoy conocemos. Estudios geológicos El geólogo Manuel Acad, que ha estudiado la historia geológica más reciente de la comarca, ha resuelto la mítica leyenda que aseguraba que en la Antiguedad, existió un lago de proporciones descomunales que se extendía por la cuenca del Bierzo, y que poseía una multitud de islas donde habitaban colonias humanas. Acad concretó que el Bierzo era una cubeta de la Edad Terciaria en la cual penetró el primitivo río Sil, desviándose de su trayectoria inicial hacia el Duero. Poco a poco, cruzó la comarca de norte a suroeste arrastrando consigo todo tipo de materiales y creando las terrazas fluviales en las cuales se basó la leyenda del lago. En la actualidad, el Sil continúa vaciando lenta, pero inevitablemente los sedimentos del Bierzo.