Una banda asalta a mazazos la Galería del Jamón y roba 100 ibéricos

Cien jamones ibéricos selectos es el saldo del botín con el que la madrugada del miércoles lograron darse a la fuga cuatro individuos tras asaltar por la fuerza la Galería del Jamón, la nave comercial de Jamones Escuredo en la avenida de Asturias, en Ponferrada. Según relataron a la policía testigos presenciales, los ladrones llegaron al establecimiento en dos automóviles, uno de ellos de potente cilindrada, y la emprendieron a mazazos contra la luna blindada de la puerta principal hasta que ésta quedó hecha añicos. Una vez franqueada la entrada, los asaltantes se dirigieron sin titubeos a la zona de la jamonería donde se exponen los productos ibéricos más selectos y caros, y se llevaron un centenar de piezas. La acción transcurrió en clave relámpago, en no más de cinco minutos. Y aunque saltó la alarma, los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía que se desplazaron a la zona no pudieron interceptar ya a los autores de la acción. El gerente de la Galería del Jamón, Ángel Escuredo, declaró ayer a este periódico, que el valor de los cien ibéricos puede superar en el mercado los 30.000 euros -algo más de cinco millones de pesetas-. Aunque también lamentó los graves destrozos materiales que se produjeron en la tienda durante el asalto. En medio policiales se apunta a una banda del Este de Europa ,de las que operan en las grandes capitales españolas, como la autora del robo. También porque una testigo de los hechos escuchó como se dirigían entre si en un idioma extranjero, que bien pudiera ser el rumano. «No estamos hablando de unos pobres desgraciados. Son profesionales y muy peligrosos. Sabían perfectamente donde se tenían que dirigir», señaló Escuredo, que sospecha que antes de perpetrar la acción algún compinche había inspeccionado previamente todo el establecimiento. Consuelo con plata olímpica Con todo Escuredo, no podía ocultar ayer su alegría después de que su sobrino, el ciclista José Antonio Escuredo, lograra el mismo miércoles la medalla de plata en Keirin en Atenas. «Es más que un consuelo. Sobre todo me alegro por mi hermano, que tenía puesta una gran ilusión en su hijo. Estamos muy contentos a pesar de que nos han dejado sin un jamón ibérico», comentó. Todas las piezas sustraídas, por cierto, son de la marca La Jabugueña, la industria propiedad del padre del subcampeón olímpico.