Y se oyeron espadas en Cornatel

En el castillo de Cornatel no se había escuchado el vibrante sonido del choque de una espada contra otra desde la época del Conde de Lemos y los caballeros de la Orden del Temple. Sin embargo, más de diez tiradores de esgrima clásica encabezados por el primer maestro de espada medieval de España, Enzo Cherubino representaron ayer una coreografía magistral ante los muros de la fortaleza milenaria. En total, más de mil espectadores observaron la coreografía, basada en los mismos movimientos y posiciones usados por los caballeros en la edad media, recopilados durante siglos en códices y manuales de esgrima. De este modo, todos los asistentes al evento pudieron disfrutar de un arte que no se había practicado en la comarca desde hace más de cinco siglos. Escuela de caballeros A diferencia de otras actividades medievales más estáticas celebradas en el Bierzo en la época estival, en la Noche de Cornatel los asistentes pudieron participar, de forma completamente gratuita, en una escuela de esgrima impartida por el maestro Cherubino. Sus enseñanzas permitieron que jóvenes y mayores de la comarca pudieran practicar un deporte ya casi olvidado, y que a pesar de parecer peligroso, sigue manteniéndose como uno de los más seguros y divertidos. El arco, un aliciente La otra actividad estrella de la noche de Cornatel fue, sin duda alguna, el primer torneo de Tiro con Arco. Una veintena de arqueros provenientes principalmente de Madrid, Toledo, Murcia y de la propia comarca participaron en una competición puramente instintiva lanzando flechas con sus «longbws» (arcos largos ingleses, similares a los usados por Robin Hood), a quince, veinte y veinticinco metros de distancia. Asimismo, participaron en el certamen varios niños de la zona, los cuales asombraron a sus padres al demostrar una pericia y puntería muy poco frecuentes. Pero además de la esgrima y el tiro con arco, la fiesta de Cornatel se completó con un mercado medieval, organizado por la asociación Cooperación Balcanes, el lanzamiento de fuegos artificiales, conciertos de música celta a cargo de Rapabestas y Gandalf, una congregación de motos y una degustación de chorizo y jabalí. La quinta fiesta de Cornatel tuvo también su pregonero, el artesano Rixo, un escultor que trabaja la madera y la piedra, natural de Narayola, que a los 21 años de edad vive en Villavieja, buscando la tranquilidad. Rixo hizo un pregón muy científico y emotivo, con un estilo romancero. Su alocución fue dedicada a José Prada, un vecino de Villavieja, que se quitó la vida en el castillo, harto de no ser comprendido por la gente, cuando en realidad estaba muy enamorado por las cosas del pueblo y de toda la zona. En la misma fiesta estuvo también presente la vicepresidenta de la Diputación de León para el Bierzo, y a la vez concejala de Cultura de Priaranza del Bierzo, Fátima López Placer. Ésta manifestó su alegría por el buen tiempo reinante, que permitió que la fiesta se desarrollase con pleno éxito de participación. Fátima López Placer dio las gracias a todas las personas que han colaborado en que este evento salga adelante cada año, en especial a doce niñas del municipio, que fueron las encargadas de guiar a la gente en sus visitas a la fortaleza. Presupuesto La fiesta, cuya finalidad también se fundamenta en la promoción y recuperación del castillo templario, contó con un presupuesto de 12.000 euros, que fueron subvencionados por la Diputación, Instituto Leonés de Cultura, el Consejo Comarcal del Bierzo y el Ayuntamiento de Priaranza. En el lugar también estuvieron presentes varios moteros, que portaban antorchas encendidas. Partieron desde el cruce de la carretera general hasta llegar a las ruinas del castillo, aportando un colorido a la escena. Hoy, habrá entrega de trofeos y a las 21.30 degustación de jabalí.