El milagro tinto de Pucho

El mercado del vino de calidad es cada vez más complicado por la enorme competencia a la hora de vender. Es lo que repiten machacones los expertos en el sector. Pero ese no parece ser el gran problema de la firma Herederos de Martínez Fuentes, en la localidad villafranquina de Valtuille de Abajo. Su bodega, de aire tan familiar casi como la de cualquier viticultor de los que se pueden encontrar en las principales poblaciones bercianas de tradición vinícola, se ha convertido en los últimos años en una auténtica máquina exportadora. Por esa razón, y ante la creciente demanda de sus vinos, Pucho, todos ellos jóvenes y mencía cien por cien, el gerente de la sociedad, José Luis Martínez, se decidió a dar el gran paso. El próximo sábado inaugurará unas modernas instalaciones, muy cerca de las originales, para atender a mercados tan exigentes como el norteamericano, donde los Pucho tiene una presencia, como poco, inusual para un vino español. ¿Cuál es el secreto?. «Disponer de un buen distribuidor», comenta lacónico, José Luis Martínez, que cada año ve como de las más de 50.000 botellas que salen de su bodega, alrededor del 70% cruzan el Atlántico. Unas en dirección a Estados Unidos, y las otras hacia Gran Bretaña. Ahora, la nueva «factoría» no sólo va a disponer de una capacidad de producción que multiplica por dos a la actual -entre 120.000 y 130.000 botellas-. Además, contará con su propia planta embotelladora y los últimos adelantos en el ámbito del frío, e incorpora una treintena de barricas de roble francés y americano. Porque el próximo objetivo es añadir a los Pucho jóvenes, un crianza. Estreno de altura En la «aventura», Herederos de Martínez Fuentes ha invertido algo más de 350.000 euros. Por eso el próximo sábado, metidos en gastos, no se va a escatimar en la inauguración. Pulpo y vino por todo lo alto, y también es muy probable que los asistentes disfruten con la presencia de algunas estrellas musicales de primera fila. Tampoco faltarán las primeras autoridades, de Ponferrada, de Villafranca, y de la Junta de Castilla y León. Será un buen punto de partida para el comienzo de la vendimia en las 25 hectáreas de viñedos propios que posee la firma, en la que se emplearán más de una veintena de temporeros, y sobre la que estará muy pendiente uno de los cerebros del éxito de la bodega, la enóloga Julia Velasco. «Este año esperamos obtener una cosecha cercana a los 120.000 kilos», conjetura Martínez.