Carralero llama a vivir la Encina «con amistad, alegría e intensidad»

«Levántate nietín, ¡coño!, que la casa es la cárcel, la cama es la caja y el sueño la muerte». Con un recuerdo atrapado en esta frase de su abuelo materno, el pregonero de la Encina 2004, el pintor cacabelense José Sánchez Carralero, animó a todos los ponferradinos y bercianos a sacudirse la pereza y disfrutar intensamente de las fiestas patronales, cuyo telón se encargó ayer de levantar desde el balcón del Ayuntamiento. Y pese a la lluvia que a ratos deslució su discurso lo hizo con emotividad. Y como de bien nacidos es ser agaradecido, Carralero se arrancó asegurando sentirse «agradecido y honrado» por ser el pregonero de los festejos patronales y además recalcó que es todo un «prestigio» sumarse a la Cofradía de los Pregoneros de la Encina. Y es que las fiestas de Ponferrada en particular y de la comarca en general son, a su juicio, un momento especialmente propicio para que toda la ciudadanía participe de ellas en cuerpo y alma. «La fiesta debe rebosar optimismo, es una obligación ética», apuntó en este sentido. Así, en vísperas del inicio de un nuevo curso para todo el mundo, la Encina ofrece por su ubicación en el calendario el último paréntesis. «¡Cojamos la fiesta como debe ser, como ocasión para compartir afecto, cariño y amistad. Para demostrar nuestra generosidad acogiendo a todos los que de fuera llegan. Aprovechemos la fiesta para fortalecer y ampliar el círculo de amigos, pues ese será siempre nuestro mejor patrimonio!», manifestó dirigiéndose a las cientos de personas que le escuchaban en la plaza. Y para acompañar la fiesta, nada mejor que el vino, según su propia recomendación. «A los que bebais alcohol -dijo- os pido que sea vino porque lo producimos de gran calidad y cantidad y porque es el licor menos dañino». Su pregón, sin embargo, tuvo también hueco para otros contenidos. Así, hizo un llamamiento muy especial, incluso emocionado, para conservar el rico patrimonio cultural y natural del Bierzo.