El colegio, anexo al Ayuntamiento, continuará impartiendo clases
La marcha de la comunidad de religiosas de la Divina Pastora no afectará al funcionamiento del colegio concertado que lleva su nombre y que se ubica contiguo al edificio que pasa a ser de propiedad municipal. Así lo confirmó el director del centro, Julio Cesar Tejedor, quien aseguró que esta noticia sólo «afecta desde un punto de vista sentimental», ya que «el colegio y sus servicios, como puede ser el de comedor, no van a variar en absoluto», puesto que «desde hace años funciona como una cooperativa de profesores», conformada por cuatro profesionales de la educación. En este sentido, el director reiteró que la intención de la cooperativa «es mantener el funcionamiento del colegio e incluso, aprovechando el auge que está experimentando Villafranca, darle un nuevo impulso», que les permitan incrementar los más de 70 alumnos de Infantil y Primario matriculados para este curso escolar. Un edificio con solera Los trámites para el traslado comenzaron cuando las cuatro monjas que permanecían en Villafranca, pertenecientes a la congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras del Divino pastor, confirmaron su marcha a otras instituciones que la orden tiene por toda la geografía nacional. Así, este emblemático edificio, que ya desde el inicio de las peregrinaciones acogió el antiguo hospital de Santiago de la mano de los Hermanos de San Juan de Dios y durante la primera República el Centro Secundario de Higiene Rural, revierte a la propiedad municipal.