El colegio Jesús Maestro cierra el pabellón infantil a causa de una inundación

«Las cuatro aulas del pabellón infantil del colegio Jesús Maestro están completamente inundadas, por lo que avisamos a los padres de que se aplaza el inicio del curso para estos niños de forma indefinida». De este modo presentaba Olga Escuredo, la secretaria de este centro escolar ubicado en el ponferradino barrio de Cuatrovientos, el grave problema que han encontrado los profesores en la nueva vuelta al curso. Y es que las clases de primaria, ubicadas en un edificio de construcción más reciente que el resto de pabellones de la escuela, han aparecido completamente inundadas tras las fuertes lluvias de la semana pasada. «Las aulas están en tal mal estado que no se puede impartir clase de ninguna manera. Como todavía no sabemos cuando se solucionará este problema, los setenta y cinco niños de entre tres y cinco años que están en los cursos de primaria no asistirán al colegio hasta que la Dirección Provincial de Educación tome cartas en el asunto» puntualizó la secretaria. Sin ayudas Según el Consejo Escolar, tanto la Dirección Provincial como el Ayuntamiento de Ponferrada, conocían perfectamente el mal estado de la cubierta del pabellón infantil desde hace dos años, y a pesar de ello, no tomaron ninguna medida para remediarlo. «El arquitecto de la Dirección Provincial estuvo en el colegio en el pasado mes de mayo inspeccionando el problema, y aseguró que era grave y necesitaba una urgente solución. Sin embargo, el tejado no se reparó en el verano, como sería lo lógico, sino que se ha esperado al inicio del curso, de modo que todos hemos podido ver el resultado» continuó Escuredo. Como principal medida de protesta, el Consejo Escolar y la Asociación de Padres de Alumnos redactaron un comunicado instando a las autoridades que comenzaran de inmediato la reparación de las aulas para que los niños no perdieran más días de colegio. Un daño irreparable Lo más trágico de todo el suceso es la pérdida irremplazable del material escolar, que ha sido completamente cuarteado y borrado por el agua. Estos trabajos, elaborados artesanalmente por los maestros de primaria, han costado en algunos casos más de veinte años de esfuerzo, y han sido de vital importancia en la educación de hasta tres generaciones de alumnos. Debido a que es un material propio y no institucional, como los libros de texto, los profesores de primaria deberán volver a comenzarlos de nuevo. «Estos juegos infantiles son mi vida, llego más de veinte años dedicándome a enseñar con ellos», aseguró ayer una de las maestras.