La penúltima fosa de Arnado Roberto

Un muro de piedras de un colmenar en los montes de Oencia ha sido durante casi siete décadas la única lápida de Nabor Arza, vecino de Arnado huido al comienzo de la guerra civil y fusilado en 1937 por su vinculación con el también asesinado alcalde del municipio al estallar el conflicto, Joaquín Soto. A Nabor Arza lo mataron junto al colmenar cuando bajaba a Arnado del monte donde se escondía, no se sabe muy bien si a buscar comida o a ver a su novia, y al pie del muro lo enterraron. Ayer, miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), guiados por una prima del fallecido, Manuela Álvarez, exhumaron los restos de Arza para darles una sepultura digna en el panteón de su familia. La de Nabor Arza es una muerte que no figura en ningún archivo, ni de la que se tiene ningún tipo de registro oficial. Sólo la memoria de quienes le conocieron ha permitido recuperar sus restos, no lejos del lugar donde una piedra con una cruz grabada ha advertido durante años de la presencia de la tumba en los alrededores. A media tarde, el equipo de la ARMH había concluido su trabajo y dejaba los restos en manos de la familia de Arza. «Mi madre está muy emocionada», decía la hija de Manuela Álvarez, Marisa Rivera. «Ya es hora de que desaparezcan del monte todas esas fosas y que tengan una sepultura digna», añadía poco después de localizar la tumba. Miedo a hablar El miedo, el trauma que supuso la guerra y la represión posterior en la conciencia popular, a pesar de los años transcurridos, explica que los restos de Nabor Arza hayan permanecido 67 años al pie de un colmenar. La historia no es nueva. «Hace un mes que exhumanos la fosa donde estaba Joaquín Soto y otros dos huidos, no lejos de aquí, y fue entonces cuando nos salió al paso la prima de Nabor Arza para pedirnos ayuda. Tenía miedo», relata Santiago Macías, uno de los responsables de la ARMH, asociación que desde el Bierzo ha sido pionera en la exhumación de fosas de la guerra civil. Arqueólogo voluntario Los voluntarios de la ARMH contaron ayer con la ayuda del arqueólogo Santiago Ortiz, de la Asociación de Ciencias Aranzadi, que ya ha colaborado en otras exhumaciones. La apertura de la nueva fosa se produce en un momento de esperanza para los familiares de los desaparecidos, después de que el Gobierno se haya comprometido a restaurar jurídica y moralmente la memoria de las víctimas. El proyecto presentado por el arquitecto local Roberto Asensio, fue el designado por la Mesa de Contratación y adjudicado por la Junta Local de gobierno para su desarrollo como Centro Multicultural de la villa. Al concurso se presentaron un total de cinco proyecto, cuatro de ellos de arquitectos de Bembibre, y la puntuación de los mismos se basó en tres condiciones principales, el coste del proyecto, la singularidad de la fachada y el aprovechamiento del espacio. El precio del proyecto dejó de tener una importancia destacada, al haberse fijado por la mesa de contratación en un máximo de 50.000 euros, por lo que las diferencias entre los cinco proyectos presentados eran prácticamente imperceptibles. Sí fue más notoria la diferencia entre el aprovechamiento del espacio y la singularidad de la fachada. El proyecto de Asensio no destacaba especialmente en ninguna de las dos facetas, aunque reunía ambas. Las fachadas más destacadas reducían el aprovechamiento del espacio mientras que el proyecto que aprovechaba el espacio al límite presentaba una fachada muy uniforme en todas las alturas del edificio. Fue el equilibrio de ambas puntuaciones lo que hizo que el proyecto de Roberto Asensio alcanzara la adjudicación de la obra. Quienes superaban su puntuación en fachada lo perdían en aprovechamiento y a la inversa. El diseño de Asensio transforma en un rectángulo la forma trapezoidal que tiene la unión del solar de la actual biblioteca y el terreno posterior, recientemente adquirido por el ayuntamiento, y habilita como porche de acceso los triángulos restantes, dando la apariencia de dotar Vecinos de Arganza localizaron el viernes en un canal de riego de la localidad el cuerpo sin vida de José A. O., de 39 años de edad y en paradero desconocido desde el pasado lunes. El cadáver de José A.O, también vecino de Arganza, se encontraba en el hueco de una acequia del Canal Alto del Bierzo y los vecinos ya habían iniciado la tarde anterior una búsqueda por los alrededores para colaborar con la Guardia Civil y los familiares. Los bomberos de Ponferrada, junto con agentes de la Guardia Civil se desplazaron al lugar de los hechos para recuperar el cuerpo. El funeral por el fallecido tuvo lugar ayer en la iglesia de Arganza. Se llamaban Lucas Folla y Víctor Quiroga, vivían en los pueblos de la linde entre Lugo, Orense y el Bierzo, y al comenzar la guerra civil se echaron al monte, como tantos otros, para no caer en manos de los alzados contra la República. Sus restos yacen desde finales de 1939 en la misma cueva de las peñas de Arnado donde se refugiaban y donde, según la ARMH, los mataron con una granada dos compañeros de huida que habían negociado su entrega a las nuevas autoridades a cambio de su traición. «Todavía están allí, si uno se asoma puede ver sus esqueletos, y hasta hace unos años, la pelliza de uno de ellos», cuenta Santiago Macías, que se apoya en un informe oficial de la Guardia Civil de la época para relatar la historia. Folla y Quiroga murieron en los mismos días, y por las mismas manos, explica Macías, que el alcalde de Oencia, Joaquín Soto, el concejal de Rubiá, Ramiro Franco, y el estudiante de medicina de Santiago, Carlos López, exhumados en el mes de agosto. «Los familiares, o lo desconocen, o ya no deben haber parientes», aventura Macías. La unidad móvil de donación de sangre estará hoy domingo en la localidad de Noceda del Bierzo. Desde las 10.30 horas, todos los donantes que deseen aportar su ayuda podrán hacerlo en este autocar en la plaza del Ayuntamiento. La recogida de sangre finalizará a las 14 horas. Como en otras ocasiones, la Hermandad de Donantes del Bierzo y Laciana solicita a la población de la comarca que colabore en aumentar las reservas de sangre, las cuales se encuentran muy bajas tras la gran necesidad de transfusiones provocada en su mayor parte por el gran número de accidentes de tráfico ocurridos en la operación salida y retorno de las pasadas vacaciones de verano. El arquitecto local Roberto Asensio, que ya diseñar la rehabilitación del antiguo Cinema Paz hasta convertirlo en el Teatro Benevívere, tendrá un plazo de tres meses para desarrollar el proyecto definitivo y volverá a ser el director de obra. El Centro Cultural de Bembibre acogerá entre otros servicios, el Museo Alto bierzo, la Biblioteca Municipal, una ciberteca y salas de exposiciones. La inversión prevista 2,4 millones de euros y el inicio de obras a principio.