Las obras de saneamiento y de la LE-711 acabarán a finales de año

Las obras de saneamiento y urbanización de Columbrianos y la mejora de una docena de kilómetros de la carretera LE-711 hasta el cruce con el vial que une Vega de Espinareda y Fabero estarán concluidas a finales de este año o comienzos del próximo, según las previsiones de la Junta de Castilla y León y del Ayuntamiento de Ponferrada. El alcalde, Carlos López Riesco, y la jefe del Servicio de Fomento de la Junta, Ana Suárez, visitaron ayer las obras y comprobaron que la adjudicataria está cumpliendo con los plazos previstos y ya ha instalado el 60 por ciento del colector de aguas pluviales que debe evitar las inundaciones que suele sufrir la pedanía. Riesco resaltó especialmente la importancia del colector para resolver un problema que venía afectando con relativa frecuencia a los vecinos de Columbrianos. Durante la visita, Ana Suárez afirmó que el presupuesto de los trabajos al completo, incluyendo la colocación de aceras y la pavimentación de la carretera, ha aumentado desde los 4,8 millones de euros iniciales a 5,7 millones de euros. La responsable de Fomento de la Delegación de la Junta en León justificó el aumento del presupuesto en la necesidad de aumentar los tramos de aceras y de la red de abastecimiento que se iban a mejorar en un primer momento. A la vez que la glorieta El alcalde de Ponferrada también destacó que el final de las obras en la carretera LE-711 y en la red de saneamiento de Columbrianos coincidirá con la apertura de la futura glorieta en el cruce con la C-631, que da acceso a la N-VI y que el Ayuntamiento acaba de adjudicar en 280.000 euros para eliminar los semáforos que regulan el tráfico en la actualidad.