La compañía carbonera que explota San Antonio defiende su legalidad

La empresa Combustibles García Vega, que explota las concesiones de Carbones San Antonio, una de las sociedades del Bierzo Alto que cerró durante la reconversión de 1994, defendió ayer públicamente la absoluta legalidad de su actividad. La compañía salió así al paso de las denuncias que han surgido desde la Junta Vecinal de Santa Marina de Torre por la aparición de vertidos mineros en una escombrera que se terminó de restaurar hace sólo dos meses. En este sentido, García Vega subrayó en primer lugar que cuando se rehabilitó dicha escombrera «hacía tiempo que la mina ya estaba en explotación». Y del mismo modo, la firma recordó que cuando Carbones San Antonio cerró sus explotaciones hace diez años Combustibles García Vega ya trabajaba en la concesión y sólo interrumpió su actividades extractivas hasta lograr la completa legalización. La dirección de la compañía negó tajantemente no sólo la autoría de los vertidos denunciados por la Junta Vecinal de Santa Marina, sino que haya aparecido desescombro alguno en el área restaurada. Un punto en el que se preguntan por los móviles de la Junta Vecinal al difundir tales noticias sin dirigirse antes a la propia empresa o a la administración competente. Aunque desde el punto de vista de Combustibles García Vega no está precisamente claro que el pueblo de Santa Marina sea propietario de los terrenos objetos de la denuncia pública. «Lo cierto», aseguró el administrador, Pedro Pérez, es que Combustibles García Vega mantiene en vigor un contrato de ocupación de dichos terrenos con la Junta Vecinal de Bembibre, a la cual le paga un canon por dicha ocupación». «Lo mismo», agregó, «que hiciera la extinta Carbones San Antonio S.L. a lo largo de más de cuarenta años». La empresa resaltó el último término que su actividad no puede estar en ningún modo bajo sospecha y que el carbón que extrae se vende, legalmente, a precio de libre mercado a la central térmica de Endesa.