La empresa se ve víctima de un chantaje

La dirección de Friber (Embutidos Pajariel) difundió ayer un comunicado en el que lamenta que el alcalde de Ponferrada «insinúe un posible chantaje por parte de esta industria», con el fin de conseguir licencia para montar su nueva planta de loncheados de embutidos. La propiedad sostiene que fue el equipo de gobierno, textualmente, «el que intentó chantajear a esta industria», y aunque no precisa de qué modo, sí atribuye a esa causa el que las solicitudes y los representantes de Embutidos Pajariel no hayan encontrado eco en el consistorio durante los dos últimos años. Friber insiste en que el traslado de la planta a Bembibre, aunque al final logre la razón en el contencioso que se resolverá dentro de unos años, le repercutirá de forma negativa en lo económico. Y en la misma línea que el pasado martes, cuando los directivos de la fábrica salieron a los medios por vez primera, sostienen que tanto López Riesco como el concejal de Urbanismo, Juan Elicio Fierro, «mienten» al afirmar que se han reunido con ellos. «Ni antes ni después de la denegación de la licencia de obras», agregaron. Con todo, esperan que ambos señalen «a la opinión pública» los artículos del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que incumpliría la industria.